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La decisión del primer ministro griego, Alexis Tsipras, de formar un gabinete eminentemente económico, en el que no ha incluido a ninguna mujer como ministra, aunque sí estarán en los segundos niveles del Gobierno, pone nuevamente de actualidad el debate sobre la presencia de la mujer en la política y empresa.
Me declaro una firme defensora de la participación de la mujer en los órganos de decisión, pero debemos promover su presencia a través del liderazgo de las personas y no de cuotas u otros elementos de presión. Los líderes, hombres o mujeres, son aquellos capaces de mirar más allá del horizonte, visualizar los objetivos a largo plazo y establecer la senda para llevarlos con buen fin a la práctica.
¿Cuál es la situación del empoderamiento femenino en Iberoamérica? En América Latina, las mujeres han alcanzado los niveles más altos en política, como lo demuestran las presidencias de Dilma Rouseff, Michelle Bachellet, Cristina Kirchner o Laura Chinchilla. También encontramos mujeres liderando los ministerios -Colombia es un buen ejemplo- y en los organismos supranacionales, como es el caso de Rebeca Grynspan, secretaria general iberoamericana.
En España se están produciendo avances significativos en el ámbito empresarial, aunque todavía insuficientes. En los consejos de administración, el porcentaje de mujeres consejeras se ha triplicado entre 2006 y 2014. Así, mientras que en 2006 había 26 consejeras, el 5% del total de miembros, en 2014 ya encontramos 78 mujeres, el 16,6%. Entre ellas, María Fernanda Mejía Campuzano, de Colombia, consejera independiente en IAG.
Estos datos proceden de un estudio elaborado por Inforpress y la escuela de negocios IESE, presentado en el día internacional de la mujer. Lo más interesante del informe es que no sólo se ha reforzado la participación de las mujeres, sino que se ha hecho al tiempo que las empresas reducían el número total de vocales en los consejos. Es más, mientras las empresas ‘adelgazaban’ sus estructuras, el porcentaje de mujeres en las nuevas incorporaciones ha aumentado hasta el 30%.
Por su parte, entre las empresas de Latinoamérica que destacan por tener mujeres en los consejos figuran las mexicanas Femsa, con 4 consejeras, la filial de Wal-Mart, con 3 consejeras, o Pemex. También podemos citar a Petrobras, Electrobras, TAM, o las filiales del grupo Telefónica, entre otras.
¿En qué beneficia su incorporación a las empresas? Las organizaciones diversas, tanto de género como de procedencia geográfica y perfil profesional, son más rentables y productivas, porque la amalgama de sus integrantes multiplica su valor. A nivel de consejo de administración, los consejeros independientes deben representar los intereses de los accionistas minoritarios. Está claro que los accionistas somos todos, hombres y mujeres. Todos los estudios demuestran además que las empresas con consejos más equilibrados tienen mejores prácticas de buen gobierno en general también en otros ámbitos. Y además mejores resultados económicos.