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Los duelos hacen parte de la vida y son inevitables. Los seres humanos tenemos la capacidad y la necesidad de vincularnos afectivamente con otras personas, cosas, espacios, o cactividades.
Pero siempre llega el momento en el que se tiene una pérdida, con uno de estos elementos que han mantenido un vinculo afectivo profundo, y hay que enfrentarlo mediante el duelo.
Los duelos en el lugar de trabajo
El escenario laboral en cierta medida se convierte en un gran recurso protector para continuar con la vida, de una u otra manera, al centrase en su trabajo la persona puede distraerse de su dolor, pero esto no quiere decir que el duelo quede resuelto.
Leonor Basto, psicoterapeuta y consultora en desarrollo humano, explica que el duelo queda resuelto cuando una persona logra hacer del dolor un aprendizaje y acepta la pérdida para continuar con su vida normal.
¿Qué generan los duelos no resueltos en el trabajo?
Los duelos no resueltos pueden generar sensación de cansancio y agotamiento, bajo rendimiento laboral, en algunos casos ausentismo puesto que pueden llegar a ser la causa base de depresiones, ataques de pánico y altos niveles de estrés. Además se pueden presentar trastornos del sueño, llegando incluso a somatizarse en enfermedades físicas.
Etapas del duelo
Durante los primeros días y meses de ocurrida la pérdida, el dolor puede ser intenso manifestándose en la fisiología de la persona, una inmensa tristeza embarga, representandose con episodios de llanto y desconsuelo, lo que es fácil identificar por quienes están cerca en el trabajo como los compañeros o jefes.
Basto comenta que existen personas que después de 2 o 3 años de pérdida, al conversar del tema lloran y evidencian un claro indicador de que su duelo no está resuelto. Pasado algún tiempo, como meses o años la intensidad de la tristeza va siendo reemplazada por irritabilidad, desánimo, agotamiento, inseguridad o sensación de vacío.
Existen casos que además de estas sensaciones aparece un sentido de culpa, como un dolor profundo que afecta la tranquilidad y el bienestar emocional de la persona, siendo esta vivencia tan compleja como personal, se hace necesario un acompañamiento individual y específicopor parte de la empresa.
La vivencias son diferentes de acuerdo al individuo y cada nudo emocional depende de la intensidad y características del vínculo, por lo que es diferente como se siente la pérdida de un padre, la de la madre o una pareja, o una pérdida económica.
¿Quién vive más esta situación en las empresas?
La cultura de las mujeres ha dado más permiso de expresar las emociones y los sentimientos, de vivir las experiencias de duelo, facilitando soltar el dolor, esto hace que el cuerpo se vea menos afectado expresa Leonor Basto, psicoterapeuta y consultor en desarrollo humano. Basto asegura que los hombres tienden a vivir el duelo diferente, el comportamiento es limitado y es prohibido expresar el dolor emocional, teniendo un impacto en la salud y bienestar, como la causa de afecciones cardíacas futuras, tensión alta, alteraciones de sueño, agresividad, dificultad para establecer vínculos afectivos, entre otros.
La opinión
Leonor Basto Hernández
Psicoterapeuta y consultora desarrollo humano
'El acompañamiento individual es factor de éxito, en el logro de la resolución del duelo, por lo cual los trabajos grupales no hacen parte de mi enfoque terapéutico'.