En la capital del Valle del Cauca hay cinco plazas de mercado en total. Sin embargo, La Alameda se consolida como la más importante por su ubicación estratégica y el desarrollo que ha propiciado en el barrio que lleva su mismo nombre. Centenares de establecimientos comerciales, más que todo gastronómicos, son los que rodean los 4.600 metros cuadrados de este polo de desarrollo urbano.
Luis Alberto Revelo, representante legal de Asoalameda, afirma que en la plaza se puede conseguir desde la fruta más exótica como el mangostino, hasta la verdura más popular como la cebolla. frutas y verduras acaparan más del 60% del comercio del establecimiento. También se comercializan granos y cereales, carnes (ganado bovino y porcino), flores, comida del pacífico, artesanías y productos exotéricos.
La coyuntura de paro que atraviesa todo el territorio nacional no es ajena a esta plaza de mercado y específicamente a la Central de Abastecimientos del Valle del Cauca (Cavasa). Oliver Medina, jefe de precios de Cavasa, explica que productos provenientes de Nariño o del altiplano cundiboyacense han tenido problema en la oferta. Algunos de esos son papa, cebollas, zanahorias y arveja verde, los cuales aumentaron sus precios 20%, 333%, 257% y 225%, respectivamente.
Los bloqueos han ocasionado además un desabastecimiento de productos. La oferta ha caído 65% en Cavasa, la cual durante muchos años se ha constituido como centro regulador de precios que beneficia la canasta familiar.
Cabe resaltar que el desabastecimiento no es de todos los productos, pues los que vienen del Valle del Cauca como el repollo, el pepino o el zapallo no han tenido inconvenientes, pero eso el usuario no lo sabe y en consecuencia, Alameda no ha recibido su número habitual de visitantes diarios.
Esta plaza se conformó en 1950 y se consolidó en 1971 para los juegos Panamericanos, contando en 1991 con 900 comerciantes. Hoy la cifra se ha reducido a unas 540 personas.
Julio Escobar, jefe de estudios económicos del Banco de la República Seccional Valle, cree que “las plazas de mercado tuvieron un buen diseño para mercadear productos hace algunos años, pero hoy están a punto de desaparecer, por lo que tendrán que reinventarse pues solo así lograrán sobrevivir ante la incursión de las grandes cadenas de supermercados”. Y es que según Revelo, la plaza no es apoyada como debería por las entidades públicas y un tema tan básico como un alcantarillado obsoleto no ha podido resolverse.
Actualmente se está trabajando en un plan de remodelación y expansión con el apoyo de la Alcaldía de Cali, que tiene como objetivo, según Carlos Alberto Saya, coordinador del grupo de investigación y desarrollo del Centro Colombiano de Estudios Profesionales, “potencializar su vocación dándole la importancia que se merece, enfocándose hacia el turismo, pero en pro de su tejido social”.
Son 67 años de tradición para los caleños
Para un gran número de locales, comprar en la galería Alameda es una tradición, específicamente los sábados y domingos. Esta plaza, fundada hace 67 años, puede llegar a tener más de 5.000 visitantes entre los que también se encuentran foráneos que bajo la premisa “para conocer la cultura de una ciudad hay que ir a su plaza de mercado”, se acercan a esta asociación sin animo de lucro (Asoalameda), que hace 2 años la Alcaldía cedió por concesión a los 540 puestos que existen, para ser testigos presenciales de una buena rebaja, de la ‘ñapa’ o de la variedad de comida del Pacífico a un precio módico.
Las cifras:
$900 millones, aproximadamente factura al año la plaza de mercado.
$129 millones, vale renovar contrato de concesión con la Alcaldía anualmente.
