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La paz cuesta y la prórroga de ese impuesto por un año más es solo el primer paso de una reforma que, al parecer, por esta vez sí pondría a “chillar a los ricos”.
En los últimos 20 años Colombia se ha embarcado en un poco más de una decena de reformas, todas apuntando a aumentar el recaudo. Desde que arrancó su Gobierno, el presidente Juan Manuel Santos sabía que también debía subirse a ese bus, pero no con esa dirección.
Cuando ese 27 de abril de 2012 dijo que los que deberían pagar impuestos y no lo estaban haciendo iban a “chillar”, Santos hablaba de su rumbo: la justicia, la equidad. Hacía tan solo unos días, la revista Times lo había resaltado como el nuevo líder de la Región. Santos no solo emprendía una lucha contra las drogas, ahora lo hacía contra el Top 1% de los más ricos, ese grupo de colombianos que concentra el 20% de los ingresos del país.
Y de este cuento, que ya lo había echado en 2011 el propio magnate estadounidense Warren Buffett, nació Elissa, la reforma tributaria que venía cocinando el ministro de Hacienda de ese tiempo, Juan Carlos Echeverry.
Elissa se creó ambiciosa con el fin de ser esa tan anhelada reforma estructural. Además de buscar la limpieza del Estatuto Tributario planteó gravar los dividendos, con una tarifa de 4% para los ingresos que superaran los $200 millones. Ésto para poner a pagar impuestos a los más ricos y no a los pequeños accionistas, como de Ecopetrol e ISA. Pero la idea fue derrotada. Entre sus oponentes estaba el nuevo ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien al poco tiempo de posesionarse había dicho que la idea era “inconveniente para los inversionistas”. Hasta el final del debate, grandes gremios como la Andi presionaron para evitar que quedara ese artículo.
Aunque ésta y otras ideas más, como impuestos específicos a la minería y destinar un punto de las cajas de compensación a la educación, quedaron en el papel, se mantuvieron en el tintero. Ahora que la paz exigirá un gasto adicional entre 1% y 2% del PIB y que el recaudo se puede ver golpeado por la desaceleración económica, el país deberá emprender esa reforma. En efecto, Cárdenas dijo que en el mediano plazo podría impulsarse y no descartó gravar los dividendos.
La receta ya se cocina en el Congreso. El representante David Barguil insistió en lo que no se incluyó en la reforma, que los sectores con deuda histórica contribuyan con sus dividendos a solucionar la crisis del agro, un sector golpeado por el conflicto interno. Otra de las propuestas estaría en manos del impuesto al patrimonio, otro tributo transitorio con ganas de volverlo permanente. Pensar en el posconflicto es pensar en el largo plazo, algo que para los expertos hace falta en este país. La discusión no será fácil, tendrá ingredientes como el año electoral que le podrán jugar en contra. Y si bien todos tendrán que contribuir, lo cierto es que no habrá muchos Buffetts que quieran arriesgarse a llorar con la tributaria.
La reforma que se tramitará en dos capítulos
Para el investigador de Fedesarrollo Mauricio Reina, la reforma del posconflicto se tramitará en dos capítulos: el que ya arrancó con el atraso del desmonte del 4x.1000 y cuyos recursos se destinarán para hacer más competitivo el agro y la que resulte de las negociaciones de La Habana, segundo capítulo que saldrá el próximo año. Esto por la coyuntura política. En su opinión, las dos etapas deben ir en el mismo sentido y no ser “pañitos de agua tibia”. Armando Montenegro agregó que esta nueva reforma deberá elevar el recaudo en cerca del 3% del PIB.
Las opiniones
Mauricio Reina
Investigador de fedesarrollo
“Para esta reforma hay que profundizar en la reducción de los costos laborales no salariales y poner sobre la mesa gravar los dividendos”.
Ángel Custodio Cabrera
Representante a la cámara
“Para el posconflicto se buscará volver permanente el impuesto al patrimonio. También debe haber un apretón fiscal por parte del Gobierno”.
La calificadora de riesgo mantuvo la calificación soberana de Colombia, pero advirtió sobre las consecuencias fiscales a largo plazo
La entidad argumentó que en varios rubros las estimaciones no son realistas o no corresponden a la ponencia del primer debate en la Cámara