“La inversión total del proyecto es de $9.152 millones, entre los que están $7.153 millones aportados por Ecopetrol y $1.999 millones de WCS y los ejecutores. Se trabaja con 10 especies (siete de fauna y tres de flora) en las regiones del Magdalena Medio y en los Llanos Orientales, las cuales tienen acciones concretas de conservación desarrolladas entre 2014 y 2017, por 10 reconocidas entidades del orden nacional”, sostuvo Carlos Saavedra, gerente general del programa Vida Silvestre.
Los animales que están dentro del proyecto son: el paujil de pico azul, la marimonda o mono araña, el manatí, el bagre rayado, el danta, el caimán Llanero y la tortuga charapa.
“La selección de las especies, que se encuentran en diferentes grados de vulnerabilidad, se realizó teniendo en cuenta la información del país, estudios previos y se validó con expertos del Instituto Alexander Von Humboldt, el Ministerio de Ambiente y la Unidad de Parques Nacionales Naturales de Colombia”, agregó Saavedra.
Para Juan Carlos Franco, director de la Fundación Mario Santo Domingo, “la gran meta es promover la consolidación de vehículos de impacto colectivo de las organizaciones públicas y privadas para conservación. Que estas puedan comprometer conocimientos y capacidades, recursos humanos y financieros para fortalecer la conservación de especies y de biodiversidad”.
Esta organización ha invertido en los últimos cuatro años $11.000 millones en adaptación para el cambio climático, conservación del ecosistema y protección de especies. Además de contribuir con el proyecto Vida Silvestre, también trabajan en la conservación del oso de anteojos, primates y tortugas del Magdalena y anfibios.
Grupo Argos y el oso de anteojos
Conservamos Vida es una alianza público privada entre la Fundación del Grupo Argos, Parques Nacionales Naturales de Colombia y Wildlife Conservation Society que busca la protección del oso de anteojos. El proyecto, que arrancó en 2015, tiene una inversión de $5.000 millones y se han sumado también la Fundación Smurfit Kappa Colombia y la Fundación Mario Santo Domingo.
“Estamos creando un corredor ecológico para que el oso de anteojos se pueda desplazar. Al ser un mamífero tan grande, necesita un área grande para poderse reproducir. Es una especie sombrilla, lo que significa que si lo protegemos también repercute en la conservación otras especies ”, expresó la Fundación Grupo Argos, que agregó que unas de las principales amenazas para este animal es el tráfico ilegal y hasta las costumbres de habitantes de áreas rurales, que consumen pata de oso de anteojos.
“Si estos proyectos no van de la mano con el sector privado es muy difícil que tengan una sostenibilidad en el tiempo porque un proyecto no solo es hacer un diagnóstico y un plan de manejo sino implementarlo y hacer un monitoreo”, añadió la Fundación Grupo Argos.
Hernando García, subdirector de investigaciones del Instituto Alexander Von Humboldt. explicó que “hay iniciativas a nivel global que no hemos logrado en Colombia como la de Salve a su logo. Muchas empresas a nivel global tienen como logo una especie de animal para promover acciones de conservación de especies como Lacoste con el cocodrilo, la marca de carros Jaguar con el jaguar; o los pocos casos colombianos como Ecopetrol con la iguana o Gas Natural con la mariposa.
El Instituto trabajó con la Fuerza Aérea Colombiana para cambiar el logo que tenía un águila calva, que es más representativa de Estados Unidos, por el águila arpía que es una especie muy amenazada en Colombia y es el ave más representativa del país junto con el cóndor.
García recordó que Walt Disney apoya económicamente la conservación del tití cabeciblanco en Colombia. Incluso en el parque Animal Kingdom en Orlando (Estados Unidos), hay un espacio dedicado a este animal por lo que genera una conexión inmediata con el público infantil.
Jaguar, especie nacional vulnerable
En mayo pasado, unas fotos subidas a redes sociales de un jaguar muerto causaron indignación y polémica entre los usuarios. El Ministerio de Ambiente envió una carta a la Fiscalía General de la Nación para ponerla en conocimiento del hecho y hacer un llamado para proteger esta especie única en Suramérica, y que habita en las selvas colombianas. Aunque se reproduce bien en condiciones de cautiverio, está incluida en la categoría vulnerable. Colombia incluyó al felino más grande de América en 2014 en el listado de especies silvestres amenazadas que se encuentran en el territorio nacional.
Las opiniones
Juan Carlos Franco
Director Fundación Mario Santo Domingo
“La gran meta es promover la consolidación de vehículos de impacto colectivo de las organizaciones públicas y privadas para conservación”.
Carlos Saavedra
Gerente General Proyecto Vida Silvestre
“Se trabaja con 10 especies (siete de fauna y tres de flora) en el Magdalena Medio y en los Llanos Orientales entre 2014 y 2017”.
Hernando García
Subdirector Investigaciones Instituto Humboldt
“Las empresas privadas deben ser parte de la solución y no deben ser identificadas como parte del problema de la pérdida de biodiversidad”.
