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Diariamente en los mercados financieros se compran monedas por 1,5 billones de dólares. En este mercado específico, el más grande del mundo, conocido como Forex, algunas de las divisas se ven afectadas directamente con el precio del petróleo, bien sea por que los países son productores y exportadores o netamente compradores.
El mejor ejemplo es la tasa de cambio entre el dólar canadiense y el yen japonés (CAD/JPY), donde se observa la altísima correlación. Ana Coulling, experta en divisas, considera que la correlación existe, aunque se debe tener en cuenta el volumen de producción para hacer un análisis completo (ver estudio). El petróleo es indicador de la salud de los mercados, y afecta no sólo divisas sino el funcionamiento de la economía mundial (ver gráfico) (ver gráfico).
Varios factores sugieren que la caída reciente en los precios del petróleo es permanente, y no un fenómeno coyuntural. Los Estados Unidos alcanzaron su producción más alta en 28 años. Exportaron crudo a Corea del Sur por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Con su producción en exceso, apuntan a que con crudo atacarán los países clientes de la OPEP y con el gas reducirán la dependencia Europea de Rusia, abriendo espacio para sanciones políticas, diplomáticas y comerciales más estrictas.
La debilidad al interior de la OPEP para controlar niveles de producción, la perspectiva de un fuerte crecimiento en la extracción de hidrocarburos no convencionales y en fuentes alternativas de energía, y el mayor potencial de expansión de petróleo en pozos ya existentes gracias a nuevas tecnologías de extracción, hacen pensar que la sobreoferta será tal que ni siquiera la expansión de los emergentes ni la recuperación del primer mundo podrá poner freno a la caída en los precios. En el pasado quedaron cotizaciones por encima de 90 dólares por barril y ahora el mercado enfrenta un nuevo escenario, incluso, por debajo de 75 dólares por barril.
Hay un estudio denominado “Colombia frente a una destorcida en los precios del petróleo”, liderado por el exdirector de Planeación, Hernando José Gómez, en compañía del Vicepresidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, y del profesor del Externado, Carlos Ruíz. Los expertos calculan que una posible caída a 60 dólares por barril, tendría un efecto negativo sobre el PIB colombiano del 13% durante los próximos 6 años. En términos fiscales, el recaudo tributario bajaría en más de un punto del PIB. Ese es uno de los problemas de tener una economía demasiado dependiente de minería y petróleo. Grandes empresarios añoran las épocas en donde la economía tenía una mayor solidez desde el ámbito industrial, hoy considerablemente golpeado. El bajonazo en los precios del petróleo tendría profundas consecuencias sociales. En efecto, los menores ingresos se reflejarían en una pérdida de alrededor de media década en la lucha contra la pobreza, así como en un rezago de 4 años en el proceso de consolidación de la clase media. El desempleo volvería a ser de dos dígitos y la tasa de cambio sería del orden de los 2.500 pesos por dólar (ver estudio).
Una caída en el precio del barril de petróleo a US$60, sumado a un estancamiento de la producción nacional de crudo le podría costar al país alrededor de $10 billones. Por cada dólar de caída en el precio del petróleo el Estado colombiano dejaría de percibir $430.000 millones al año. Si la caída es de US$100 en promedio a US$80 en promedio durante 12 meses, el impacto sería de más de $8 billones anuales.
El exministro y exsenador Amilkar Acosta explicó que el panorama se agravaría, si la producción colombiana sigue rezagada frente a la famosa meta de 1,2 millones de barriles diarios. Ese desfase representaría otros $2 billones de menores ingresos por cuenta de la actividad petrolera. Sumados ambos impactos, el costo para el estado colombiano sería de aproximadamente $10 billones.
Un análisis simple dice que el petróleo ha caído en 2014 aproximadamente 23%, mientras que la moneda colombiana se ha devaluado un 14%, dejando un impacto en pesos del precio de barril solamente del 13%.
La mirada debe ser mucho más a largo plazo. El dólar se estabilizará entre $2.100 y $2.200 en el mediano plazo, mientras que el petróleo caerá mucho más y si no hacemos algo urgente la economía colombiana sufrirá el impacto.