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Golty, una marca 100% colombiana, es de las pocas del mundo que hace el balón oficial de la selección de fútbol de su país. Eduardo Martínez es el presidente de Escobar y Martínez desde 1980, empresa dueña de Golty, la cual heredó de su padre Eduardo. Durante 25 de los 63 años de vida de la compañía han fabricado la pelota con la que la Selección Colombia juega sus partidos de local, y por la calidad de su producto, hoy son buscados por grandes fabricantes del mundo como Pakistán para ser asesorados.
Escobar y Martínez nació en 1950 en Bogotá con la asociación de Manuel Escobar, Eduardo Martínez y su esposa Margoth. El primer producto que hicieron fue también el primer juguete de muchos colombianos: la pelota de letras. Aunque su portafolio empezó a variar con productos como el tradicional Pegante Boxer y otros materiales que se utilizan hoy en día en obras de infraestructura, su afición por hacer pelotas siguió para alimentar otra pasión: la del fútbol.
Cuando empezó a fabricar los primeros balones Golty, Martínez no imaginó que sería el cómplice de los goles hechos por uno de los cinco mejores jugadores de fútbol del mundo, Falcao García, para hacer reventar de emoción a un país entero.
“Al principio hacíamos balones muy parecidos a los de la marca italiana Lotto y en una época le hicimos los balones de Adidas en Colombia, pero después fuimos independizándonos y nos dimos cuenta de que podíamos hacer nuestro producto muy bueno”, recuerda Martínez.
Con ese impulso que empezaron a tomar los dueños y la marca, se dieron a la tarea de convertir a Golty en un símbolo de la colombianidad. Así fue que en 1992 obtuvieron el aval para ser el balón oficial con el que jugarían todos los seleccionados nacionales de fútbol los partidos como locales, además de ser el balón del Torneo Profesional Colombiano. La estrategia resultó ganadora y la pelota empezó a hacerse popular en el país.
“El sentido de colombianidad y de pertenencia se aumenta. La situación nuestra frente a las grandes marcas es difícil: Adidas, Nike, Umbro, Puma, son marcas que están inmensamente publicitadas. La compra de un balón o un elemento deportivo depende mucho de la emotividad, es una cuestión más emocional. Eso es lo que buscamos y lo logramos. Es un punto diferenciador a la hora de hacer la compra”, afirma el presidente y dueño de la marca.
Hoy son 25 años los que completan como uno de los principales patrocinadores de la Selección Colombia, tiempo en el que el negocio ha tenido un gran desempeño. Tan solo el año pasado, la marca colombiana le generó a Escobar y Martínez más de $20.000 millones en ventas, cifra en la que se incluyen otros productos como guayos, canilleras, guantes, entre otros.
Ser un producto que mueve la emotividad de las personas, hace también que los triunfos o las derrotas afecten las ventas.
“Si la Selección Colombia gana, la semana siguiente las ventas se disparan un 10% o 15% respecto a la época normal. Se incrementan las ventas en todo el país. Pero cuando pierde las ventas caen también un 10% o 15%”, asegura Martínez.
Pero las dos décadas y media rodando junto al onceno nacional no solo le han dejado beneficios monetarios a Golty, sino que la han convertido en un referente del sector a nivel mundial. Gracias a la calidad de los productos, que pasan las pruebas más exigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa), hoy son buscados por empresas de los países que más fabrican balones de fútbol.
“Pakistán es el sitio donde los balones se han hecho tradicionalmente: entre 90 millones y 100 millones de balones al año. Nosotros desarrollamos un procedimiento que permite una muy buena retención del aire y mantenimiento de la forma en los balones laminados: la tecnología CMI. Una vez que lo desarrollamos, dos empresas de Pakistán que son muy grandes nos compraron la tecnología y mandamos gente a Pakistán a que les enseñaran cómo hacerlos”, relata orgulloso este bogotano.
Hoy en día Escobar y Martínez exporta sus pelotas Golty a países de la región como Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Costa Rica y México, además de ciudades estadounidenses como Nueva York y Miami. “Hace unos años hubo un campeonato mundial de microfútbol en Italia y allá fuimos balón oficial. Después hubo en la Unión Soviética, allá también fuimos balón oficial. Lastimosamente hoy en día el microfútbol se está acabando”, dijo Martínez y añadió: “Queremos hacer un balón de la mayor calidad internacional, que nos sintamos orgullosos porque lo que se hace, se hace muy bien”.
La opinión
Ricardo Gaitán
Especialista en Marcas
“Así a un equipo no le vaya bien, las marcas hacen apuestas a largo plazo y luego se ve la retribución de la gente reflejada en las ventas”.
Tras su primer año en el mercado colombiano, la marca reporta 78% de participación en las categorías espresso y full automáticas
La empresa reportó ingresos hasta octubre por $1,9 billones, cifra que la posicionó como líder en el sector de la construcción durante este año
Diego Molano Vega, nuevo presidente de ETB, recibirá una compañía con ingresos por $1,24 billones y pérdidas de $396.258 millones