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Hay cuatro ministros que han sido resaltados por 250 empresarios como los mejores de este gabinete.
Juan Manuel Santos le ha cumplido al país, su primer mandato ha sido un ejemplo de buen Gobierno, de transformación y renovación. Los problemas de un país en desarrollo como Colombia no se solucionan en cuatro años, razón por la cual el Presidente Santos asumió el reto de aspirar a ser reelegido y de esta forma continuar con determinación el camino de la reconciliación y de la modernización nacional.
El giro dado en materia de política exterior lo confirmó. Quien en sus tiempos de columnista, había despotricado con fuerza del régimen chavista, demostró de entrada su talento para el manejo de las relaciones exteriores y la diplomacia. La normalización de las relaciones bilaterales con Venezuela y Ecuador impactó positivamente el comercio exterior de nuestra nación. Aún más, permitió el regreso por la puerta grande de Colombia al escenario latinoamericano, primer paso para que mejorara la imagen internacional de nuestro país tan degradada en tiempo del uribismo.
Como ministro de Defensa, Juan Manuel Santos había contribuido de manera decisiva a los éxitos de la seguridad democrática, desde ese cargo evaluó sus límites y riesgos. Ocho años de ofensiva militar quebraron la guerrilla y la obligaron a replegarse lejos de las grandes ciudades. Aunque agotadas, las FARC siguen vivas, escondidas en los recovecos más remotos del país. Y en esos lugares la guerra no puede ser ganada. Las negociaciones de paz emprendidas por el presidente Santos y desarrolladas sin que en el terreno las fuerzas armadas le den tregua a las FARC, son la continuación lógica de la política de seguridad democrática emprendida hace más de una década por el Gobierno anterior.
Esta nueva etapa nos ha permitido a los colombianos soñar con un país pacífico y pujante. La Ley 1448 de 2011 sobre reparación de víctimas y restitución de tierras constituye, a pesar de todas las dificultades y demoras en su aplicación, un paso histórico en el camino hacia la sanación de las heridas de la guerra y la reconciliación de los Colombianos.
Una vez superado el primer mandato del Gobierno Santos, las cifras resultan ser alentadoras. Por primera vez en la historia vimos la reducción de la tasa nacional de desempleo en menos de un dígito (9.4% en 2013), el país está ad portas de ingresar a la OCDE. La Alianza del pacifico abre horizontes prometedores. Durante el cuatrienio se inició la construcción de 523.446 viviendas que han sido otorgadas a los menos favorecidos. Y el tan demorado desarrollo de la infraestructura parece, por fin, arrancar. En solo cuatro años, Colombia ha consolidado su posición de país emergente en el escenario internacional. Su mercado, como su equipo de fútbol, sorprende y seduce.
La reciente campaña electoral no dejó de intrigar a los observadores extranjeros. ¿Cómo entender que los ciudadanos duden a la hora de reelegir un presidente que promete la paz a corto plazo y al menor costo, en un país donde los indicadores macroeconómicos están en verde y el mundo de los negocios cada vez con mayor intención de incursionar en nuestra economía?.
Falta mucho por hacer, faltan carreteras y puertos, la justicia espera su reforma, la salud requiere de cuidados intensivos, y la educación, condición imprescindible del desarrollo sostenible de nuestra nación, debe volverse prioridad absoluta.
La paz es la condición para lograr ejecutar políticas públicas efectivas, para impulsar la justicia social y el desarrollo del país. La paz con las FARC, la paz con el ELN y más aún, la paz entre todos los colombianos sin importar que sean de centro, de izquierda o de derecha, sean santistas, uribistas o abstencionistas. La paz como propósito fundamental es la razón por la cual los colombianos reelegimos a Juan Manuel Santos y a Germán Vargas Lleras para que lideren nuestro país en los próximos 4 años.
El despliegue de las políticas nacionales de innovación en Alemania, se encuentra sustentado en tres criterios que son la base de su éxito.
Cuando se concibieron las locomotoras (hace ya cuatro años) se les describió como los “impulsos del crecimiento del país en los próximos años”.
Cárdenas, Molano y Henao, los ministros con mejor calificación.