La teoría y la práctica de la RSE ha venido cambiando sustancialmente en los últimos años y Colombia no ha sido la excepción.
Los abordajes y expresiones de la RSE han venido cambiando de las tradicionales perspectivas compensatorias y retributivas que buscaban contribuir a la solución de los problemas que aquejan continuamente a la sociedad, a emergentes prácticas que buscan identificar y reducir los impactos que la operación de la empresa puede producir.
Aunque ese cambio de paradigma tiene a favor que logró superar las buenas intenciones y reconocer la relación de los problemas sociales con el impacto de las acciones y decisiones de la empresa sobre su entorno, ésta es aún una solución subóptima, ya que cualquier política o estrategia de RSE es claramente insuficiente frente a los grandes retos que tiene la humanidad y a las expectativas que la sociedad tiene sobre la gran organización empresarial contemporánea.
Aunque el tema de la responsabilidad social de la empresa no es nuevo en Colombia y su historia, para muchos expertos, se remonta a los años 50, estudios como los realizados por el Centro Colombiano de Filantropía y la Universidad de los Andes en 1995, muestran cómo en este período la responsabilidad social para los representantes legales de una muestra de empresas agremiadas en la Andi, se concentraba en actividades que no tenían relación ni con los impactos de sus operaciones, ni con las causas de los problemas sociales.
Su enfoque se centraba en contribuir a la sociedad con donaciones en efectivo (76%), en especie (66%), a través de organizaciones no gubernamentales o cofinanciación de proyectos (22%), creación de fundaciones (18%), préstamos blandos (11%) y canjes publicitarios (8%).
Después de más de 10 años se puede ver cierto cambio en la práctica empresarial. En un estudio realizado en 2006 por el Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial (Ccre) y la compañía Ipsos-Napoleón Franco, para los empresarios entrevistados (737) la RSE significa trabajar por los empleados (61%) y trabajar por la comunidad (41%).
Para 2012 la situación de la RSE vuelve a cambiar en Colombia, según el estudio de la Superintendencia de Sociedades realizado en convenio con la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia.
Para más de 8.400 empresas, la RSE ya no es solo contribuciones a causas nobles y ayudas comunitarias, sino que se extiende al respeto, cuidado y consideración de los clientes, usuarios o consumidores (83%); al respeto a los derechos humanos en todas las actividades de la empresa (83%); al uso de reglas claras y equitativas con proveedores y distribuidores (78%); al mejoramiento de las condiciones de vida de los empleados (78%); y a la utilización de mecanismos para combatir la corrupción y el soborno (72%); entre otras.
Estos estudios son el reflejo de la evolución del abordaje del tema de la responsabilidad social en el país y de cómo lentamente las prácticas de RSE se vuelcan a la operación de la empresa, buscando soluciones a sus impactos y muchas veces a ciertas causas que generan muchos de los más significativos problemas sociales tales como la corrupción, la vulneración de los derechos humanos, las adversas condiciones laborales, la contaminación ambiental, entre otras.
Un enfoque más amplio en la operación
Los sellos que certifican la trazabilidad social de un producto, el comercio justo, las prácticas de logística inversa y de análisis del ciclo de vida son algunos dinamizadores que permiten reconocer que la responsabilidad de una empresa no solo está en su operación, sino que se extenderá a toda la cadena de suministro y a los productos (bienes o servicios) que su operación genera.
