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El envejecimiento de la población latina no está tan lejos como se cree. Aunque el siglo XX fue protagonista del crecimiento de sus habitantes pues se pasó de 161 millones de personas en la región en 1950 a 512 millones en 2000, el siglo XXI estará marcado por el envejecimiento de la población. Así lo determinó un estudio realizado por la Comisión Económica para América latina y del caribe (Cepal). Dicho informe estimó que en el caso de Colombia, su población dejará de crecer en el año 2065, mientras Bolivia y Guatemala lo hará en 2100. Sin embargo, hay países como Cuba que desde 2007 ya tiene estancado el índice.
El descenso de la fecundidad y una mayor longevidad serían las causas. En las últimas seis décadas, la esperanza de vida en América Latina y el Caribe se incrementó en 23 años y la brecha con las zonas más desarrolladas se acortó a la mitad, ubicándose actualmente en 74,7 años, mientras la reproducción se desaceleró, ya que de 1950 a 1955 se tenía un promedio en la región de seis hijos y actualmente se ubica a un nivel menor de 2,2 niños.
Carlos Torres, especialista en métodos y análisis demográficos de la Universidad Externado de Colombia, explica que “existe la tasa de reposición de la población y para que esta siga aumentando hay que tener en promedio 2,4 hijos y si se disminuye ese comportamiento por debajo del promedio, se dice que la población se envejecerá y muy seguramente se llegará a estar como Dinamarca o Suecia”.
Carlos Viáfara, docente de la facultad de ciencias sociales y económicas de la Universidad del Valle, rescata que la reducción de las tasas de fecundidad está asociada al incremento de los métodos anticonceptivos y sobretodo a los mayores costos de oportunidad en términos de la tenencia de hijos, que hace que las mujeres tomen otro tipo de decisiones en cuanto a los hijos deseados y eso tiene que ver también con el desarrollo”.
El fin de la sociedad juvenil en territorio nacional se daría en 2031, mientras en otros países como Chile (2011), Costa Rica (2012) y Brasil (2012) ya se dio y en Uruguay y México se presentaría en 2020 y 2026, respectivamente. Lo planteado, dice la Cepal, podría ser aprovechado por los Gobiernos de la región para reducir la desigualdad, a través de una mayor y mejor educación y protección social.
Colombia está actualmente en un ‘bono demográfico’, es decir que la población en edad de trabajar es más grande que los niños y los ancianos. “De pasar a una población envejecida se tendrá implicaciones sobretodo en seguridad social pues se generarán mayores costos”, dice Viáfara.
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