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Lo más reciente es el llamado a consultas por parte de la canciller María Ángela Holguín a Ricardo Lozano, embajador en Venezuela.
La decisión se tomó luego de que el Tribunal Supremo de Justicia asumiera las competencias de la Asamblea Nacional por su “continuo desacato”.
De acuerdo con Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, el hecho de que la Canciller haya llamado a “consultas” a Lozano, se refiere, a que además de “expresar la preocupación de Colombia por la situación interna que está viviendo el país vecino, también se refiere a un problema bilateral”.
En entrevista con Caracol Radio, la canciller Holguín también dijo que sigue convencida de que la única salida para la crisis en Venezuela es que “se pongan de acuerdo oposición y gobierno para tener un país viable. No veo otra herramienta”.
De igual forma, el presidente Juan Manuel Santos dijo que es “inaceptable” y afirmó, desde Cartagena, que “no se debe descartar la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela”, en la Organización de Estados Americanos (OEA), como sanción por la ruptura del orden institucional en ese país y el quiebre a la democracia.
Camilo Reyes, canciller durante el gobierno de Ernesto Samper, aseguró que el gobierno está manejando bien el tema. Por un lado, “está poniendo énfasis en los organismos multilaterales” y “hace bien en no anular las posibilidades de diálogo porque está pensando en la población venezolana”. Para Reyes, hay que tratar de evitar hechos más violentos.
Sin embargo, las últimas dos semanas también han sido agitadas para la relación colombo-venezolana. El pasado 21 de marzo, 60 militares venezolanos invadieron territorio colombiano (la vereda Los Pájaros, en el municipio de Arauquita en Arauca) e izaron la bandera de ese país.
Pese a que la Canciller y el Ministro de Defensa venezolanos afirmaron que los soldados se encontraban en su territorio, en Colombia fue claro que hubo una violación de la soberanía del país. En esta oportunidad, no hubo llamada a consultas que valiera.
El presidente Juan Manuel Santos barajó tanto las posibilidades diplomáticas como las militares y se comunicó con su homólogo Nicolás Maduro, a quien le exigió el retiro “inmediato” de sus tropas. El mandatario venezolano también aprovechó la oportunidad para reclamarle sobre la posición de Colombia ante la OEA respecto a la resolución contra dicho país por la violación de la Carta Democrática. El segundo llamado a consultas fue también con Lozano, el actual embajador de Colombia en Venezuela, en agosto 27 de 2015, cuando el presidente Maduro ordenó cerrar la frontera indefinidamente luego de que, seis días antes, tres militares venezolanos y un civil resultaran heridos en un enfrentamiento con presuntos contrabandistas en San Antonio del Táchira. Solo hasta después de un año (agosto 11 de 2016), Santos y Maduro acordaron la apertura “ordenada, controlada y gradual” de la frontera que comparten.
El tercer momento de más tensión, que implicó la llamada a consultas al embajador, fue después de la denuncia realizada ante la OEA por la supuesta presencia en territorio venezolano de miembros de las Farc en julio 22 de 2010. En ese momento, el presidente Chávez anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia y ordenó la “máxima alerta” en la frontera.
En la frontera confirmaron tanques militares
Varios medios venezolanos confirmaron que se desplegaron tanques de la fuerza militar colombiana en la frontera, anticipando una posible crisis. Cabe recordar que uno de los problemas más graves en la relación entre los dos países se remonta a 1987 cuando ingresó una corbeta de la Armada colombiana en aguas del Golfo de Venezuela. Para algunos analistas, fue el único momento donde hubo riesgo de una confrontación armada porque allí no existe una delimitación aceptada por ambas naciones.
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