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Todo por cuenta de la columna publicada en este Diario del presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), Sergio Clavijo, que le madrugó al debate y plantea que el incremento salarial no debe superar 6% para el próximo año.
Según Clavijo, un aumento mayor a ese nivel afectaría la tasa de ocupación en donde estima que podría devolverse a una cifra de dos dígitos. Actualmente el desempleo se ubica en 9,1%, de acuerdo con el reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de agosto.
En 2014, el aumento del salario mínimo fue de 4,66%, cuando la inflación causada se ubicó en 3,66% y el crecimiento de la economía fue de 4,55%. Vale destacar que las cifras del Dane señalan que 45,8% de los 21 millones de trabajadores colombianos tiene un ingreso menor de un salario mínimo ($644.350).
Cabe recordar que Leonardo Villar, director de Fedesarrollo también planteó, frente al aumento de los salarios, que la decisión simplemente recuperara lo perdido con la inflación de este año. Esto significa que también se la juega por un incremento cercano a 6%, en concordancia con la propuesta de Anif.
Pero los argumentos de los sindicatos son otros y para ellos una aumento mínimo de 10% sería el indicado. Para Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), la propuesta que realiza el presidente de Anif no es suficiente. “Debe estar muy por encima aunque nos parece que es un buen punto de partida”, señaló.
Gómez plantea que constitucionalmente “lo que opera en estos casos es la inflación causada en ese año, la esperada y se le agrega productividad y siempre decimos las centrales obreras de dos o tres puntos adicionales estaría bien para empezar”.
Por su parte, Luis Alberto Vanegas, representante de la Mesa Directiva de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) arremetió contra la propuesta inicial de 6%. “Nosotros vamos a exigir que se defina una política de protección de los salarios en donde los incrementos deben ser superiores a 10%. No aceptamos los incrementos pírricos que desde el empresariado y sector financiero lanzan”, manifestó a LR el dirigente sindical.
Al preguntarle sobre la cifra apropiada para el incremento salarial, Vanegas señaló que “la discusión de nosotros no es de cifras pero lo más seguro es que sea superior a 10%”.
Un punto neutral en esta discusión toma el Observatorio del Mercado Laboral de la Universidad Externado al señalar su director Estefano Farné que “hay que ver que el crecimiento económico se ha reducido a la mitad y que en los últimos años ha tenido unos crecimientos e incrementos considerables, incluso por encima de la inflación causada en esos años. Por eso considero que debe estar muy cercano ese aumento al IPC”.
Las cifras del mínimo
La propuesta de aumento de salario de Anif plantea que nominalmente un trabajador pasará de ganar $644.350 a $683.011. Esto significa un incremento de $38.661. En las cuentas de Sergio Clavijo se pone sobre la mesa que la inflación se perfila hacia 6% al cierre de 2015. Es decir que no se tendría inicialmente en cuenta el punto de productividad sino únicamente la inflación causada.
En caso que la propuesta de los trabajadores estuviera en 10%, el salario mínimo rompería los $700.000 y, para el próximo año, un trabajador devengaría $708.785. Esto significa que los empresarios, por cada trabajador, deberán destinar $64.435 más que este año.
Sin embargo, en el empresariado también está el fantasma de 2009, año en el que el crecimiento económico del país, según el Dane, se ubicó en 0,4% y la inflación causada fue de 2% y el incremento del salario mínimo, según consta en el decreto 4868 fue de 7,7%. En esa oportunidad pasó de $461.500 a $496.900 teniendo un aumento de $35.400.
La próxima semana, las miradas estarán fijas en la Junta Directiva del Banco de la República. La razón corre por cuenta de la meta de inflación para 2016 que se anuncia entre octubre y noviembre. Cabe recordar que la meta del Emisor este año (3%) no se cumplió y se explica principalmente por el efecto del Fenómeno de El Niño en la inflación de alimentos y el aumento de los costos de los productos importados por efecto de la devaluación del peso frente al dólar. En varias oportunidades, el gerente del Banco Central colombiano, José Darío Uribe, ha señalado que si bien este año no se cumplirá la meta de 3%, si espera que para 2016, la inflación vuelva a convergir en ese nivel.
El asterisco en esta discusión también será el nuevo mecanismo de negociación entre las partes involucradas. En ese aspecto, tanto el ministro de Trabajo Luis Eduardo Garzón como su antecesor Rafael Pardo pintaron la posibilidad de cambiar la mesa tripartita con el fin de evitar este tipo de enfrentamientos al final de cada año.
Un tema de la agenda permanente en el Ministerio pero que posiblemente este no sea el año para tocar la discusión. Y mientras llegan las velitas en diciembre, ya comiencen a prenderse las veladoras de empresarios y sindicatos por los salarios.
Vuelve a sonar el mínimo regional
Otro de los puntos pendientes a discutir dentro de la mesa de trabajo es la reiterada propuesta de salario mínimo regional. que en distintas oportunidades ha liderado Fedesarrollo y ha sido respaldada por gremios como Asofondos. Y aunque no está dentro de este pulso, revive al ser considerada por expertos del mercado laboral como una alternativa para mejorar el poder adquisitivo en las diferentes regiones. Sin embargo, Estefano Farné llama la atención sobre cómo manejarlo en la práctica. “Eso implicaría que Bogotá tenga un salario mínimo mayor que Sincelejo, pero usted no puede bajarse del nivel actual sino le toca aumentar más el de la capital”.
Las opiniones
Estefano Farné
Dir. Observatorio Laboral U. Externado
“Hay que ver que el crecimiento económico se ha reducido a la mitad y que los últimos años el salario ha subido más que la inflación”.
Julio Roberto Gómez
Presidente de la CGT
“La propuesta de subir 6% no es suficiente. La Constitución plantea en estos casos la inflación causada y esperada más productividad y nosotros dos o tres puntos adicionales”.
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