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Kataoka, quien ha llevado en varios períodos las riendas de la firma japonesa, cuya ensambladora está en Pereira, tiene sus cuentas claras. “El costo del producto ha subido este año entre 30% y 35% porque 65% de las partes para el ensamblaje son importadas. El resto es agregado nacional”, indicó. Sin embargo, si se miran los resultados del primer semestre, el empresario se da más que por bien servido.
“La situación económica del país no está mejor, pero dentro de ello, a la marca Suzuki le fue bien, pero muy bien” enfatizó.
En los seis primeros meses del año la firma puso en el mercado colombiano cerca de 33.500 motos, cuando en el mismo período de 2014 vendió 27.000.
Esto se traduce en un aumento de 24% que el directivo adjudicó al fortalecimiento de la red de distribuidores; a una mayor confianza de los usuarios en los productos de la marca, y a que lanzaron dos nuevos modelos de motocicletas, uno llamativo para el mercado femenino y otro con una línea deportiva y de mayor diseño y potencia.
En total, entre todas las marcas se colocaron en el mercado colombiano, en el primer semestre, 337.000 motos -cerca de 5% más que en el mismo período de 2014-, lo que indica que Suzuki participó con cerca de 10%. Sin embargo, Kataoka no ocultó que las cosas para este segundo semestre no serán color de rosa por la devaluación del peso, que de todas formas, y pese a los buenos resultados en ventas, la firma sintió en la primera parte del año. “Casi dos terceras partes de nuestro costo está en dólares”, sostuvo. Aunque reconoció que una parte de esos costos se cargaron al precio final del producto, que subió aproximadamente 15%, el otro porcentaje lo asumió la compañía ‘apretándose el cinturón’.
“No podemos cargar todo el aumento del costo al producto y por ello implementamos racionamiento, reducción de costos y mejoramiento de procesos para ser más eficientes”, indicó.
Ante los vaticinios que indican que el dólar puede tocar y hasta superar los $3.000, Kataoka también sacó sus cartas y dijo que en este segundo semestre es probable que se desaceleren las ventas o, por lo menos, la buena dinámica del primer semestre, y se dé un incremento en los precios de las motos. “Nos tocará aumentar el precio, sin duda, ¿cuánto? No sé, eso depende del dólar, y seguir trabajando para reducir costos y evitar gastos innecesarios”, agregó.
Y aunque el Presidente de Suzuki no deja de preocuparse por los efectos de la devaluación, estima que este año puede terminar con 65.000 o 70.000 motos colocadas en el mercado colombiano, que es una cifra semejante a las vendidas en 2014.
Lo que señaló Kataoka es que lo que vive Colombia con su economía y con el dólar, pasa en otros países donde tiene mercado y por ello las exportaciones de la firma este año serán bajas.
Por ahora, los planes de la empresa están dirigidos a invertir para lograr mayores niveles de eficiencia en producción, en temas ambientales y en aumentar el componente de partes nacionales en el ensamblaje.
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