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El anterior dato que surgió del último encuentro de tecnología que realizó la empresa GeneXus en Montevideo el GX 25, dejó a la audiencia -empresarios y desarrolladores- expectante, debido a todo lo que le depara en un futuro no muy lejano al sector TI con la posibilidad de seguir desarrollando innovadoras propuestas y tener millones de dispositivos interconectados.
Lo cierto es que, aunque es evidente que el software y la tecnología existen, las empresas no han terminado de convencerse que esta modalidad, además de otorgarle el diferencial con la competencia, les permite también fidelizar el consumo con sus clientes a partir de una oferta de servicios más amplia, integrando esta tendencia en sus negocios.
Años atrás, para poder crear estas interconexiones entre los objetos o las cosas, los expertos realizaban un enlace de datos con un puerto de entrada y de salida, de manera que se pudiera interactuar con el mundo físico a través de objetos externos.
De este modo, el paradigma del Internet de las Cosas surge con la premisa de manipular ciertas acciones en diferentes tipos de objetos interconectados, como por ejemplo: cerrar un portón, prender una luz o pedir el ascensor por medio de una aplicación en un dispositivo móvil. Hoy en día el IoT abre las puertas al Big Data, por medio de los sensores en los objetos que ya son capaces de recopilar un sinfín de información que en el momento de utilizarse de manera correcta agregará un mayor valor al quehacer de la compañía.
Al hablar de Internet de las Cosas, los comportamientos por parte de los usuarios se han ido adaptando poco a poco a través de los dispositivos móviles, con acciones que ya hoy son más habituales por medio de las apps: medir nuestra frecuencia cardiaca en una aplicación del smartwatch, pedir un taxi o comida desde nuestro celular; habilitadas por las tecnologías que lo propician como el poder de la nube y los sensores en los objetos pertenecientes al IoT.
Los expertos estiman que en menos de cinco años, Latinoamérica vivirá sin restricción un entorno digital inteligente. Y parte de esta era, viene dominada por la gran cantidad de objetos conectados a Internet en todo el mundo sumado al desarrollo de aplicaciones que buscan facilitar la vida de las personas y empresas a través de grandes ideas.
Definitivamente, ya estamos viviendo la era de IoT, sin embargo, aún falta que las empresas se animen abrir aún más la puerta a la innovación en este campo, ya que hay un sin número de tecnologías que han emergido en el último tiempo, todas prestas a converger entre ellas para el mejoramientos de los procesos en las compañías, mostrándose como la clave para un mayor éxito en un mundo globalizado que exige una intercepción en pro de la eficacia y eficiencia operacional.
Aníbal Gonda
Evangelizador Técnico de GeneXus