MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Atenea, una comunidad de mujeres profesionales en consultoría, se trazó como objetivo convertirse en agente de transformación
A pesar de no ser pioneros en la región en cuanto a equidad de género, Colombia ha ido avanzando año a año en cuanto a la integración de mujeres en la toma de decisiones empresariales. Según el Ranking Par Aequales 2018, la participación de las mujeres en las juntas directivas en Colombia es de 30%, y solo 20% de los cargos de CEO es ocupado por ellas. En la medición de 2019, solo 27% de las empresas era dirigido por mujeres y 25% tiene cargos en juntas directivas.
Por esa razón, como una iniciativa convocada por mujeres consultoras estratégicas para inspirar y estimular a otras a unirse y ser exitosas en su profesión, Atenea, una comunidad de profesionales en consultoría, se trazó como objetivo convertirse en agente de transformación, empoderando e incentivando a mujeres para que estas asuman los retos de liderar empresas, así como de generar más espacios para que participen de la toma de decisiones.
Esta alianza de mujeres, apoyada por varias firmas globales líderes de consultoría estratégica, ha venido trabajando desde octubre en promover una exitosa participación de las mujeres en todos los niveles de esta profesión, sin impulsar ninguna firma en particular.
“Estamos convencidas de que muchas de las herramientas y las habilidades que se desarrollan en el oficio de la consultoría estratégica son muy importantes para superar las barreras que las mujeres se pueden encontrar en el mundo profesional, sin importar su profesión. Nosotros creemos que, más allá de nuestra propia industria, estas herramientas deben ser compartidas con las mujeres para su vida laboral y personal”, indicó la socia en Kearney y una de las precursoras de Atenea, Eulalia Sanín.
A esta iniciativa, de la cual son precursoras las consultoras Eulalia Sanín, de Kearney; Ángela Samper, de Mckinsey; Juliana Sguerra, de Boston Consulting Group; Catalina Fajardo, de Bain; y un grupo de líderes consultoras, se han ido sumando mujeres colombianas, no solo pertenecientes a firmas consultoras, sino también aquellas interesadas en temas de liderazgo.
“Nuestro compromiso está fundamentado con cada una de las mujeres que contemplan la consultoría estratégica como una opción para su desarrollo profesional, así como con aquellas que ya han incursionado en la misma, pero tienen dudas sobre sus siguientes pasos. Queremos que la experiencia de quienes hemos iniciado esta comunidad las guie y soporte desde el rol que cada una desempeña. Eliminar mitos y barreras alrededor de esta carrera, y sumar cada día más mujeres a esta industria, es y seguirá siendo nuestro principal objetivo”, aseguró Catalina Fajardo, socia en Bain.
Para esta iniciativa, contar con mujeres fuertes que representen al sector, y que rompan paradigmas, resulta un mensaje potente y esperanzador para las mujeres que empiezan sus carreras, sobre todo aquellas que anhelan contar con modelos femeninos y mentoras que las inspiren.
“Hoy más que nunca esto es muy importante”, resaltó Ángela Samper, socia en McKinsey, quien indicó que las mujeres “tienen la responsabilidad de impulsar a otras mujeres y abrirles camino para sus carreras de aquí en adelante, más aún con las cifras de desempleo juvenil femenino que ha dejado la pandemia”.
Por su parte, otra de las cofundadoras de Atenea, Juliana Sguerra, directora administrativa de Boston Consulting Group, aseguró que “el límite de la iniciativa es el cielo, a pesar de que cada una de ellas trabaja para firmas distintas”.
“Fuimos capaces de dejar eso a un lado para unir fuerzas y crear un propósito conjunto, que es motivar a las mujeres colombianas a explorar la carrera de consultoría. Sin embargo, somos conscientes que los retos que tenemos nosotros en atracción y retención de talento no son exclusivos de consultoría en Colombia, sino de varias industrias de servicios a nivel mundial”, indicó.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano