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Existen diferentes formas de trabajo desde el hogar: el teletrabajo, trabajo en casa y trabajo remoto, cada una con sus características
El boom del trabajo en casa y el teletrabajo apareció luego de la pandemia de 2020. Las restricciones y las cuarentenas hicieron que las empresas se replantearan sus modelos de trabajo para evitar los espacios con alta concurrencia. Sin embargo, ahora que el virus no domina, los modelos de trabajo en casa han caído de manera importante, al menos en Colombia.
Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las cifras de teletrabajo han caído con el pasar de los meses. La entidad de estadística, en su última Encuesta de Pulso Social, reveló que tan solo 6% de los encuestados dijeron "sí" ante la pregunta "¿trabajó remotamente desde su casa? (teletrabajo, trabajo en casa, modalidad virtual de trabajo).
El histórico presentado por la entidad ofrece datos desde junio de 2022, periodo en que 9,2% afirmaron estar trabajando desde casa. Desde entonces los datos han fluctuado y, aunque su nivel más bajo fue en noviembre y abril de 2022, el último reporte indica que pocos trabajadores cumplen sus labores desde el hogar.
Es importante entender, según la Ley, que existen diferentes formas de trabajo desde el hogar. En primer lugar está el concepto de teletrabajo, con el que se utiliza las TIC para que haya un contacto entre el trabajador y la empresa. No requiere de la presencia física en un sitio específico.
Está también el trabajo en casa, que fue el más frecuente durante la pandemia. El empleador habilita temporalmente al empleado para que desempeñe sus funciones laborales fuera del sitio habitual de trabajo. Para esta modalidad no es necesario un contrato especial como el teletrabajo, pues es algo temporal causado por circunstancias externas, como lo fue el covid-19.
Por último está el trabajo remoto: "modalidad en la que toda la relación laboral se realiza de manera remota. No hay interacción física entre empleador y trabajador", asegura el MinTIC.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano