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Descanso adecuado, meditación y ejercicio físico son algunos de las recomendaciones para evitar la distracción y ser más atentos
La época actual impone rutinas en las que constantemente la atención puede desviarse. La acumulación de notificaciones de mensajes, correos electrónicos y actualizaciones de redes sociales son algunos de los factores externos que pueden interrumpir la concentración y productividad.
Andrés Rosado Zúñiga, médico psiquiatra, aclara que la distracción no es un problema nuevo e indica que ha existido de diferentes formas. No obstante, recomienda tener un equilibrio saludable entre el tiempo en línea y las responsabilidades diarias fuera de la tecnología.
Margarita María Benito Cuadrado, neuropsicóloga y coordinadora de neuropsicología del Hospital Universitario de San Ignacio, Centro de memoria y Cognición Intellectus, detalla que la atención es un proceso y una de las funciones más importantes que tiene el cerebro, que está regulada por centros neurológicos específicos. Indica que influyen, al menos, tres componentes en el proceso de atención.
El componente motor hace referencia a los sentidos. “A través de nuestros sentidos llega la información sensorial a nuestro cerebro. Esa información que percibimos del medio es un proceso voluntario, es decir, decidimos cuándo hacerlo y cuándo parar de hacerlo”, explica.
El segundo componente es emocional y está estrechamente relacionado con las motivaciones. “Si algo nos motiva y tenemos una reacción positiva, vamos a prestar más atención”, precisa Benito.
El tercer componente es cognitivo, el cual implica el funcionamiento ejecutivo que media entre la atención simple y compleja. Está relacionado con procesos mucho más complejos de atención.
Claudia Talero, profesora de la Escuela de Neurociencia de la escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, expone que la motivación está fuertemente relacionada con la atención. “Si algo no me agrada, no le presto atención. Si es interesante, mejoro el nivel de atención".
Talero, Benito y Rosado coinciden en que es muy difícil lograr una atención plena. Sin embargo, ofrecen algunos ejercicios para evitar las distracciones y fortalecer la atención. Leálos y póngalos en práctica:
Rosado precisa que, en general, fortalecer nuestra capacidad de atención requiere compromiso y esfuerzo constante. Señala que con práctica y estrategias adecuadas puede mejorar de manera significativa. A continuación una selección de los ejercicios que recomienda para mejorar la atención.
Benito detalla que existen diferentes tipos de atención y, por ende, no existe un solo tipo de ejercicio. Por el contrario, establece que, dependiendo al tipo de atención, que puede ser focal, sostenida o dividida, hay una serie de dinámicas que pueden servir para el fortalecimiento del tipo de atención deseada. La neuropsicóloga ennumeró algunos de estos.
Para una atención focal es necesario prestar atención a estímulos visuales, auditivos y táctiles. Son claves los estímulos sensoriales. Mientras que, para una atención sostenida, que es la capacidad para mantener una respuesta de manera consistente durante un tiempo prolongado, propone fijar la atención en un estímulo dirigido. Por ejemplo, realizar lecturas específicas en las que haya que identificar sustantivos y verbos.
Para un atención selectiva, que implica seleccionar la información que debo procesar entre varias posibilidades, recomienda ejercicios en los que hayan varios estímulos a la vez y seleccionar cuál de ellos es el relevante. Por ejemplo, escuchar música y leer y después hacer un resumen de lo leído.
Para una atención dividida, que es requerida cuando se realizan diferentes tareas o una misma tarea tiene varios requisitos, se realizan ejercicios en los que cambia el foco de atención.
Talero describe algunos ejercicios que podrán ayudarlo a ser más productivo, al evitar la distracción, y lograr así mejores resultados laborales.
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