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Jorge Iván González en entrevista con LR habló de su nuevo libro de 'Sentimientos y racionalidad en economía'.
Durante cinco años el economista Jorge Iván González dictó la clase “Racionalidad en Economía”, en la Facultad de Economía de la Universidad Externado de Colombia. En este tiempo, el académico recopiló diferentes notas que dieron origen al libro Sentimientos y racionalidad en economía, un texto de 196 páginas que se presentó la semana pasada.
LR habló con González sobre el libro, el panorama económico del país y en una de sus frases afirmó que “Colombia ha perdido gran parte de competitividad por la falta de un liderazgo por parte del Estado”.
¿Qué objetivo tiene con el libro que lanzó con la Universidad Externado?
El libro es un homenaje a los grandes autores, la mayoría de los que están en el texto son premios Nobel de Economía. La idea es demostrar que ningún gran pensador ha dicho que somos seres económicos racionales, sino que todos, de alguna forma, introducen los sentimientos, la pasión, las creencias. El libro es un homenaje a Adam Smith, autores como Mises. Podemos decir que el texto tiene mucha influencia subyacente de tres personajes especialmente como Popper, Mises y McCloskey.
Hablando de teorías económicas y economistas, ¿es preocupante la caída de la industria colombiana?
La agricultura va reaccionando a la devaluación, es más fácil recomponer una finca que recomponer una industria, porque el impacto de la devaluación es mucho más claro en propiedades agrícolas que en la industria. Cerca de 70% de los productores, según el Censo, están en unidades productivas de menos de cinco hectáreas, es una pequeña explotación que puede reaccionar mucho más fácil a la devaluación, que los procesos industriales. Además, yo sí creo que el país ha perdido gran parte de competitividad por la falta de un liderazgo por parte del Estado. El Estado tiene que jugar un papel mucho más determinante en el liderazgo de la economía.
¿Qué tan grave es que el PIB se concentre en las ciudades?
Me preocupa positivamente. Lo que estamos viendo en los últimos años es la capacidad de transformación que tienen las ciudades, yo creo que en Colombia y en el mundo. Hay un estudio de Naciones Unidas que compara 250 ciudades de América Latina y la pregunta que se hacen es: ¿por qué en un mismo país las ciudades tienen resultados distintos? En Colombia, Bucaramanga y Bogotá tienen los mejores niveles sociales frente a ciudades como Cartagena, Pereira, ¿por qué en un mismo país, con la misma política económica, con las mismas limitaciones unas ciudades pueden y otras no? Las respuestas es que en las ciudades hay unas dinámicas internas maravillosas que no conocemos.
Se avecina el debate electoral, ¿cuáles son los temas que deben tener los candidatos?
A mí me preocupa que los candidatos no tienen un espacio para unas discusiones económicas tranquilas. El tema de la corrupción, la justicia, la paz, como que copa todos los espacios y uno no ve que los candidatos tengan una preocupación por diferenciarse de la agenda económica. Me impresiona que los temas económicos no se traten de manera sistemática, como que no hay afán en los candidatos.
Sacando la paz, la justicia y otros, ¿cuáles son los temas neurálgicos para poner atención?
El ordenamiento territorial.
¿Por qué?
Porque toca muy de cerca el tema de propiedad de suelos. Yo creo que después de lo de La Habana y los acuerdos, el principal obstáculo para la consolidación de la economía colombiana es el tema agrario y la integración de las dinámicas agrarias con los procesos urbanos. Yo creo que eso aparece con mucha fuerza ahora porque por primera vez el país está cerrando la frontera agrícola, entonces el tema es crucial.
¿Cómo ve el papel de los empresarios colombianos en la economía?
Yo creo que los empresarios colombianos no han entendido … estoy seguro que el empresario es el que asume los grandes riesgos, el empresario sufre mucho.
¿Al empresario toca ayudarle porque es el que asume los riegos y pone la plata?
Sí, pero con una condición, que él entienda que se pueden lograr resultados de mediano plazo, que no sea tan miope. Es decir, yo no creo que un aumento de los impuestos necesariamente resulte en una reducción de competitividad, de productividad. En los años 70, la productividad de las empresas era altísima y los niveles de tributación eran loquísimos, pero si usted tributa tiene infraestructura, tiene vías, tiene seguridad y eso finalmente beneficia a las empresas.
La idea es que los empresarios y la sociedad vayan juntos, porque no se pueden pagar todas las cuentas uno solos.
¿Cuál es el modelo latinoamericano que Colombia se tiene que acercar?
México, yo creo que desde el punto de vista de dinámica comercial; Chile tiene muchas cosas en su oferta; a nivel micro Uruguay. En general América Latina. Chile está gastando $8 millones niño por año, mientras que Colombia está gastando $1,8 millones. Yo creo que América Latina ha sido mucho más clara en la ayuda del Estado, siempre hay una conciencia de mayor papel del Estado.