Comunicación, clave para el compromiso

En 2011, en un contexto marcado por la recuperación económica tras la crisis del 2008, la reconocida firma de consultoría, Deloitte, empezó a desarrollar ‘Tendencias Globales de Capital Humano’: un completo informe sobre la gestión del talento y el recurso humano, que considera las variables financieras, la evolución tecnológica, los cambios generacionales y los aspectos culturales del momento.

En su entrega de 2020, un año considerado como un punto de quiebre por lo que supuso la pandemia para las dinámicas laborales, y un periodo en el que ya se empezaba a hablar de la inteligencia artificial, AI, la consultora publicó un dato que considero pertinente para este espacio: el sentido de pertenencia dentro de una compañía puede reducir el ausentismo de los trabajadores 75%.

¿Por qué es pertinente? Porque cultivar el sentido de pertenencia y la apropiación organizacional, que ya es un reto per se, adquirió un nuevo nivel de dificultad ante la emergencia de esquemas híbridos, modalidades remotas e interacciones digitales; sobre todo en empresas con operación y cobertura a lo largo de varias geografías.

Ante tal desafío, y consciente de que el componente de apropiación está influenciado por diversas aristas: motivaciones individuales, sector productivo de la empresa, volumen de la nómina, área de trabajo, posibilidad de laborar remotamente, etc., vale la pena referirse al papel de la comunicación como elemento esencial para incubar y desarrollar la cultura organizacional.

Lo primero a mencionar es que el ejercicio comunicativo, más que un momento excepcional, requiere de seguimiento, continuidad y reciprocidad. De poco sirve, por ejemplo, diseñar un minucioso proceso de inducción (onboarding), con modernas plataformas y un generoso kit de bienvenida, si posteriormente el trabajador deja de saber cómo va su organización y cómo este está aportando a sus resultados en el tiempo que se desempeñó.

Lo segundo tiene que ver con el grado de emotividad en las comunicaciones. Sin importar la jerarquía del cargo, ya sea uno de funciones operativas u otro de labores estratégicas, es esencial que cada talento sienta que sus tareas hacen parte de un todo y que su desempeño genera i un mpacto en la organización.

Aquí, a manera de referencia, vale señalar los reconocimientos a la excelencia y las menciones en público, los cuales constituyen un auténtico salario emocional.

Adicionalmente, para fomentar los valores institucionales, los objetivos misionales, y que cada integrante esté al tanto de la situación de mercado, las charlas de balances parciales durante el año suelen ser de gran utilidad. Varias empresas tienen espacios trimestrales en los que le hablan a toda la organización sobre los logros y desafíos durante los últimos 3 meses.

En ese sentido, desde Estilo Ingeniería, como una compañía ‘multilatina’ de transporte vertical (ascensores, escaleras eléctricas y andenes móviles), con una nómina de más de 1.100 talentos, hemos constituido: el ‘Ascensor de Oro’, para reconocimientos; los ‘Diálogos Periódicos’, como un espacio mensual de capacitación y escucha; los ‘¿Estilo Cómo Vamos?’, para informar el desempeño de la organización; y los ‘EstiloTV’, para comunicar quincenalmente casos de éxito, historias de vida, anuncios administrativos y hacer pedagogía.

Así las cosas, para cualquier colega que se encuentre fortaleciendo los canales de comunicación internos en su organización, es importante que sepa que es un esfuerzo plenamente justificado.

La comunicación como ejercicio periódico es esencial para vencer la apatía organizacional y propiciar el orgullo por lo que se hace, por ello es importante que sea de bastante fluidez, y que sea amena, La comunicación, que casi que por instinto se tiene en la humanidad, es clave en todo.