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Las condiciones macroeconómicas mundiales y las tendencias tecnológicas del próximo año impulsan a los directivos a prepararse
Este año será un periodo retador para las compañías, toda vez que seguirán presentes condiciones macroeconómicas y sociales que podrán afectar el libre desarrollo de las operaciones de las firmas.
Si bien desde el próximo año se espera que en líneas generales comience un proceso de normalización económica global, aspectos como la alta inflación o persistentes tasas de interés están al acecho.
"En momentos de crisis es cuando las organizaciones más necesitan tener un liderazgo innovador para mantenerse un paso adelante de los retos", dijo Marcela Rueda, subdirectora ejecutiva de la plataforma Connect.
Sobre esta visión también coincide Eliana López, directora de Michael Page para Colombia. "Ante la incertidumbre o ante las dificultades las organizaciones necesitan tener un norte claro. Para ello, requieren un líder que los mantenga informados y les brinde las herramientas para enfrentar los retos que traer el mercado", afirmó.
López expresó que, entre las cualidades que un líder debe tener para 2024 están tener un manejo asertivo de la inteligencia emocional, ser un buen comunicador, conocer sobre su entorno, ser resiliente de las adversidades y recursivo para resolver las diferentes situaciones a las que se puede enfrentar la compañía.
Una toma de decisiones de manera ágil y empatía para el liderazgo bajo el ejemplo son otras cualidades que debe tener un directivo para el próximo año, de acuerdo con Andrés Alvarado, director ejecutivo de LHH Recruitment Solutions para Adecco Colombia.
La integridad es otro de los factores claves que debe tener la persona que maneje un rol directivo, dijo Jorge Ordoñez, director regional para Didi en Hispanoamérica. "Sus decisiones tienen potencial de impactar a muchas personas, y por lo tanto sus decisiones deben tomarse con intención y argumentos, buscando el bien y sin improvisar", mencionó.
Sandra Ramírez, líder para América Latina de Astellas, aseguró también que se debe promover equipos en los que la diversidad se valore. "Esto tendrá una influencia positiva en materia de innovación y proactividad, cualidades esenciales para un liderazgo efectivo para asumir retos en un año con múltiples desafíos", puntualizó.
La tecnología sería uno de los principales retos para todo el abanico de empresas en 2024, donde la inteligencia artificial jugaría un papel mayor en el desempeño de las organizaciones. "Esta tendencia no solo se mantendrá, sino que también seguirá creciendo. Por lo tanto, es crucial que los líderes empresariales también sean líderes técnicos, sin conformarse con el conocimiento tradicional", puntualizó Natalia Jiménez, gerente regional para América Latina de habla hispana en Deel, un proveedor privado de contrataciones.
Pero no solo debe quedarse en conocer sobre cómo se comporta el componente de la inteligencia artificial, también debe ser uno con los equipos. "Colaboración, enfoque ganar-ganar, creatividad, decisiones basadas en los datos y la mente clara en cómo facilitar la vida de la gente son los ingredientes fundamentales para el éxito en esta industria", mencionó Catalina Arteaga, directora de desarrollo de negocios para Didi Food Hispanoamérica.
En lo que también coinciden los expertos es que la visión recae, de forma global, en el bienestar de los colaboradores como eje central de las relaciones laborales.
"El enfoque va hacia el bienestar de las personas, ya que venimos de una gran crisis ocasionada por la pandemia, en la que tuvimos que modificar la forma de trabajar y aunque ya pasó, la fuerza laboral está exigiendo que las compañías se preocupen por brindarles un lugar seguro, en donde puedan contar con flexibilidad, desconexión, y otros beneficios", puntualizó Andrés Alvarado.
Al mismo tiempo, según López, "la mayoría de los empleados dentro de las organizaciones han cambiado, el líder de recursos humanos debe entenderlas y trabajar a partir de allí. Deberá velar por la salud mental de los equipos y cuidar el bienestar de los empleados".
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%