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A partir del entendimiento de las tendencias y oportunidades, Carvajal lanzó la política de innovación como el principal apalancador para crecer
En Carvajal entendemos la innovación como un proceso constante, en función de sorprender y transformar las vidas de los consumidores y clientes. Iniciamos este año con 24 retos de innovación en curso en las diferentes empresas de la organización, y 18 se han convertido ya en soluciones innovadoras para el mercado.
• Norma Divertimente, de Carvajal Educación. Propuesta de juego diseñada para descubrir el potencial de los niños.
• Suplit, de Carvajal Tecnología y Servicios. Marketplace B2B enfocado en digitalizar procesos de compra y venta en las empresas.
• Cañatek, que surge de la unión entre Carvajal Empaques y Carvajal Pulpa y Papel. El primer vaso en el mundo fabricado 100% con fibra de caña de azúcar.
Además, creamos la aplicación aquí.work, que cuenta con 2.142 colaboradores como usuarios activos, que han identificado cerca de 250 necesidades del mercado. ¿Cómo llegamos a esto? Todo comenzó hace un año, cuando decidimos traer la innovación al centro del negocio.
La velocidad de los cambios que toman lugar en los mercados, la tarea de mantenerse competitivo en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), nos imprime a las organizaciones el reto de estar listas para responder a necesidades en constante movimiento. El reto es anticiparse con nuevas soluciones a partir del entendimiento de las tendencias y las oportunidades que traen.
Fue así como lanzamos la política de innovación como el principal apalancador para crecer y hacer las cosas bien.
Los primeros pasos fueron conformar un equipo humano dedicado 100% a la innovación y asignar un presupuesto anual. La base era plantear la innovación como reto común de toda la Organización. Fijamos una meta de ingresos para medirla, e hicimos un llamado para que nuestros colaboradores empezaran a mirar las necesidades de los consumidores como fuente para desarrollar ideas.
Después de un evento masivo de lanzamiento, emprendimos talleres con cerca de 1.000 líderes, con información y herramientas para que la cultura de la innovación se fomente desde el rol del líder. Desarrollamos diplomados enfocados en habilidades y metodologías para innovar, a los que han accedido más de 1.600 colaboradores.
Creamos tres laboratorios de innovación en diferentes sedes de la Organización: espacios de trabajo diseñados con todas las condiciones para estimular la creatividad, donde equipos multidisciplinarios desarrollan sesiones de ideación y generación de prototipos.
Y más allá de los tradicionales incentivos económicos, encontramos que es importante brindar otros estímulos para activar la innovación, por lo cual diseñamos un programa de reconocimientos con experiencias memorables.
Aprendimos que el flujo de ideas se enriquece cuando todos los colaboradores pueden participar, con espacios de seguridad y confianza para potenciar el talento humano propio.
Para seguir avanzando, este año llevamos a cabo la primera Feria Corporativa de Innovación, un espacio para reconocer las soluciones innovadoras desarrolladas en cada una de las empresas del grupo en 2018. Diferentes equipos participaron por el premio a Mejor Innovación del Año en Carvajal; los ganadores irán a una misión a Silicon Valley.
La feria fue un insumo para inspirar a más colaboradores. El evento conmemoró un año de lanzamiento de nuestra política, y fue el espacio para evidenciar que la innovación es más que una palabra de moda: cuando se promueve y reconoce, se ven los frutos de hacer las cosas bien.
En un entorno organizacional, hay momentos clave en los que un trabajador estrella debe salir del equipo, como el caso de Checho Pérez