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Los millennials y la generación z de las oficinas admiran a sus colegas que ponen este límite en sus vidas
Los más jóvenes de la oficina dicen que valoran el equilibrio entre la vida laboral y personal, pues muchos no pueden encontrar esta armonía fácilmente.
Los Millennials opinan que los compañeros que logran dedicar tiempo a su vida personal y viven bajo sus normas son de admirar. Ni los lujos o grandes salarios logran impresionar a esta generación, según la encuesta anual de Deloitte a Millennials y Gen Zers, compartida por The Wall Street Journal.
El trabajo es la actividad en la cual las personas usualmente pasan la mayor parte de su tiempo y los millennials lo toman como una gran influenciador de su identidad, solo seguido de su familia y amigos. En las antípodas de esta afirmación encontramos al voluntariado y la música, como factores que no van relacionados con la identidad de los pertenecientes a esta generación. Aunque los hobbies y el ejercicio son importantes tanto para la Generación Z como para los millenials, no son factores determinantes.
En la admiración hacia sus colegas, 28% de los millennials y 26% de Gen Zers consideran que el balance entre vida personal y el trabajo es una habilidad que merece admiración.
Los padres de estas generaciones se enorgullecían de trabajar duro, pues parece que a muchos les cuesta.
A esto le sigue de cerca el vivir bajo sus propias normas y la ambición por aprender nuevas habilidades.
Sin embargo, muchas de las personas que hicieron parte de la encuesta fingen tener un equilibrio entre la vida laboral y personal. Muchos de ellos intentan mostrar en redes sociales el hecho de poner un límite claro con el trabajo, publican fotos de sus actividades para hacer creer que tienen una vida entretenida, cuando en realidad están consumidos por su trabajo.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
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