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La realidad es que la función de la junta directiva es simple y sencilla. Por un lado, es el máximo órgano de gobierno que debe encargarse de dirigir la empresa como un todo y, por otro, es la instancia que asegura el control y la supervisión de la dirección general y, concretamente, de toda la empresa. Asimismo, debe velar por los intereses de la organización, en especial, por su continuidad en el largo plazo. Lo más difícil de cumplir en las definiciones anteriores consiste en reconocer que estas dos tareas, dirigir y controlar, se llevan a cabo en reuniones que requieren análisis, deliberación, toma de decisiones y seguimiento.
Por tal motivo, las competencias de un miembro de junta directiva no son principalmente sus capacidades ejecutivas (de ejecutar) ni directivas (de dirigir), sino que, además, son necesarios otro tipo de competencias más políticas y de gobierno como las capacidades de construir consensos, deliberar y oír y, sobre todo, de aprender a tomar decisiones y hacer seguimiento a su cumplimiento.
En consideración de lo anterior, queremos mostrar la relación entre el gobierno corporativo y el diseño de la estrategia de la organización. Lo primero que debemos entender es que el gobierno corporativo es el conjunto de procesos y procedimientos que facilitan el gobierno de la empresa. Para decirlo gráficamente, el gobierno corporativo es la correa de transmisión entre el comité de dirección y la junta directiva. Lo segundo que vale la pena señalar es que el gran responsable del diseño y del seguimiento de la estrategia empresarial es la junta directiva.
Uno de los errores más comunes de las juntas directivas es que delegan el diseño y la formulación de la estrategia empresarial a sus directivos y, en el peor de los casos, las juntas directivas validan y aprueban lo que el director general presenta. Nada más inadecuado e inconveniente para una empresa que su junta directiva sea pasiva y no tenga ningún rol específico frente a la planeación estratégica. Por tales razones, los presidentes de juntas directivas tienen la mayor responsabilidad de liderazgo en el proceso de creación y seguimiento de la estrategia empresarial.
Por todo lo anterior, como profesor de política de empresa, recomiendo que la junta directiva tenga las competencias directivas que le permitan entender los asuntos básicos de la estrategia como el entorno, la industria, la creación de valor, los competidores y las capacidades institucionales.
De otro lado, es muy conveniente que en las agendas de junta directiva haya siempre un espacio para analizar y discutir los asuntos estratégicos y, ante todo, que haya unos indicadores de gestión de la estrategia para los miembros de junta directiva que indiquen el rumbo y el desempeño de la empresa como un todo.
Jordi Canals, profesor del Iese Business School, identifica los tres roles principales de una junta directiva frente a la estrategia. En primer lugar, el diseño de la estrategia; luego, su aprobación y, en tercer lugar, el seguimiento estratégico. Si hacemos un símil con una película podemos resumir esta idea de la siguiente forma: el rol del diseño de la estrategia es estelar por parte de la junta directiva y es secundario por parte del director general y del comité de dirección.
Visto lo anterior descubrimos que ser miembro de junta directiva trasciende las funciones tradicionales que todos conocíamos. Hoy en día se requiere mucho conocimiento y mucha experiencia en los negocios.