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Para evitarlo es clave practicar técnicas de enfoque y concentración, como la meditación y planificación cuidadosa del tiempo
¿Ha experimentado alguna vez que, al cambiar de una tarea a otra, su mente continúa enfocada en la acción previa, impidiendo una concentración plena en la nueva actividad? Este fenómeno, conocido como residuo atencional, ocurre tras el cambio estacional de una tarea a otra, e influye en la productividad en el trabajo.
De acuerdo con Mauro Antonio Jiménez Rudas, especialista en gerencia del talento humano, en el contexto del trabajo, este residuo atencional afecta negativamente la productividad y rendimiento, ya que se divide la atención y energía entre las tareas.
Las actividades que pueden provocar residuo atencional en el entorno laboral, según Jiménez, incluyen reuniones frecuentes y tediosas, notificaciones constantes en el celular o el correo electrónico (ya sea personal o corporativo), interrupciones personales, fallos técnicos recurrentes, la realización simultánea de múltiples tareas y la falta de planificación en el desarrollo de las tareas diarias.
Ingrid Quiroga, senior people & culture manager de PageGroup, explicó que la principal diferencia entre la distracción y el residuo atencional radica en su duración y efecto, ya que la simple distracción responde a un estímulo externo momentáneo que interrumpe el foco, mientras que el residuo atencional se relaciona con la dificultad para reenfocarnos después de una distracción, lo que afecta la concentración a largo plazo.
“El residuo atencional impacta el desempeño laboral, reduciendo la productividad, velocidad y calidad del trabajo, ya que puede haber un aumento en errores que se pueden evitar si se encuentra foco. Adicional, puede incrementar el estrés laboral porque no se logra el nivel de concentración necesario, generando ansiedad y frustración, lo que afecta directamente el bienestar del talento”, señaló la experta.
Quiroga recomendó gestionar el tiempo con una agenda diaria, evitar la multitarea, minimizar las distracciones, silenciar notificaciones, practicar meditación y realizar pausas activas para mejorar la concentración y eficiencia en el trabajo.
Un estudio de Teamstage reveló que 98% de los empleados se distrae varias veces al día, con un costo anual de aproximadamente US$650.000 millones para las empresas estadounidenses. Los trabajadores revisan su correo electrónico 36 veces por hora, tardando 16 minutos en recuperar el enfoque después de cada interrupción. Además, las interrupciones de compañeros les llevan dos horas al día, reduciendo el tiempo realmente productivo a 60%. Esta situación prolonga la jornada laboral y afecta el compromiso y la satisfacción de los empleados.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano