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Se estima que cerca de 15% de trabajadores americanos tienen fuerte dependencia al uso de sustancias y otro 10%, sufre de adicciones
La llegada de la pandemia, sin duda alguna representó un gran reto para las empresas de todo el mundo. Aunque muchas se prepararon en solo semanas para afrontar el teletrabajo, casi ninguna pudo avizorar las consecuencias que este ya estaba generando en las empresas, y que se empezarían a recrudecer con la llegada de la emergencia sanitaria.
Los antecedentes son claros, pues según un cifras reportadas por la Universidad de Chicago y el Consejo Nacional de Seguridad, cerca de 15% de trabajadores tiene fuerte dependencia al uso de sustancias y otro 10% sufre de otro tipo de adicciones, lo que deja entrever el estado de la salud mental de empleados en el país americano.
Según el estudio '¡Ayuda! Qué hacer cuando sus empleados no están bien' de la consultora Korn Ferry, luego de la pandemia, es probable que al mundo llegue una segunda ola, llamada ‘pandemia psicológica’ pues el covid acarreó condiciones de aislamiento social, que son el escenario perfecto para desencadenar afecciones desenfrenadas en la salud mental.
Para ejemplificar los casos, la consultora relata la historia de Matt, un hombre que no bebía mucho, y ocasionalmente fumaba marihuana, pero no consumía drogas más allá de estas. Matt tuvo un intenso periodo de estrés en su trabajo, y por la misma época empezó a sufrir un problema de riñón que lo llevó a internarse en un hospital.
En este lugar le recetaron codeína para calmar los dolores, y aunque las píldoras resultaron efectivas para aliviar sus dolencias, también lograron desaparecer la tensión psicológica que sentía por su trabajo, lo que ocasionó que se volviera mucho más productivo, pero que trajera con el más dosis de analgésicos y ‘benzos’ (Benzodiazepinas) a la oficina todos los días, lo que eventualmente lo volvió adicto a estas sustancias.
Durante varios años, personas como Matt no tenían salida, pues las empresas miraban hacia otro lado e ignoraban este tipo de problemas, a pesar de que desde 1970, ya existía un protocolo para estos casos en los Programas de Asistencia al Empleado (EAPS en inglés), por ello los trabajadores nunca tuvieron salida.
En la actualidad las empresas han cambiado radicalmente, y muchas de las compañías estadounidenses ahora cuentan con un portafolio de servicios digitales para promover el bienestar de sus colaboradores, entre las que se encuentran varias apps populares.
Por ejemplo, algunas han incorporado Headspace, una plataforma a la que puede acceder desde su celular y que le ayudará a mejorar sus hábitos de sueño, o por ejemplo Lyra Health, en la que puede administrar y gestionar la atención a salud mental.
Gracias a estas plataformas, estudios revelan que es más probable que una persona inicie atención médica por estos medios digitales, pues las tasas de ausencias en citas se han disparado.
Frente a las repercusiones para las corporaciones, se puede decir que una empresa que no invierte en el bienestar de sus trabajadores, puede tener grandes costos a futuro, pues se estima que los grandes empleadores gastaron US$2.600 millones en 2016, al tratar y asistir, solo a colaboradores que presentaron adicciones a opioides, aunque desde 2004 están realizando acompañamientos, pues en ese año registraron un gasto para asistir adicciones en trabajadores muy alto.
El estudio también asegura que el consumo excesivo de alcohol ha producido pérdidas cercanas a US$82.000 millones.
Mandic Conforti, director de salud del corredor de seguros Willis Towers Watson, afirmó que los costos corporativos por el abuso de sustancias han aumentado durante años, superando incluso los de otras afecciones médicas crónicas, pero agregó que las prácticas implementadas en Estados Unidos no son en vano, ya que los beneficios a colaboradores son extensos, pues los ayuda a mantener la estabilidad de su salud mental a muy bajo costo y también los ayuda a identificar su problema directamente relacionado con juegos de azar, comida, drogas, sexo o alcohol, a través de programa cognitivo-conductual, cargado de terapias y entrevistas motivacionales.
El estudio es una buena referencia para que las empresas colombianas puedan comenzar a implementar estas prácticas, y se acerque a niveles como las que ya se presentan en EE.UU, donde una encuesta en 2021 a grandes empresas mostró que 69% de las compañías ya está ofreciendo aplicaciones de salud mental y que estas tendrán un crecimiento de 88% para el final de año.
Business Group on Health, por su parte determinó que casi dos tercios de empresas han brindado capacitaciones a gerentes sobre el deterioro de la salud humana y señales para detectar el uso de sustancias.