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Los cargos que más cambian son los de menor experiencia, mientras que los que menos rotan son los de mayor experiencia, según informe
El informe de perspectivas de remuneración salarial y desafíos de contratación y retención de talento, realizado por PageGroup, pone en cifras el panorama para el mercado laboral.
Los cargos de mayor rotación son los de menor experiencia, mientras que personas en los niveles laborales más altos son los que permanecen más tiempo en los cargos. Las áreas de mayor rotación son: operaciones, con 51%; ventas, con 34%; tecnología, en 24%; administrativa, en 16%: y finanzas con 12%.
Y es que durante 2023 las compañías deberán enfrentar una tasa de rotación de entre 10% y 15%. “Tenemos que aprender a convivir con la fuga de talento, esto dinamiza los equipos de trabajo y ayuda a refrescar las perspectivas empresariales. Lo que resulta peligroso es la rotación no deseada y más cuando afecta al talento clave, porque eso representa un estancamiento en la curva de crecimiento”, explica Beltrán Benjumea, managing director de PageGroup Colombia.
Los cargos directivos, al ser los de mayor duración en los cargos, se relacionan con el pago. El sector de finanzas y contabilidad es el mejor pago, donde la gerencia puede alcanzar hasta $60 millones al mes. (Ver gráfico)
La flexibilidad podría ser la clave para reducir la fuga de talento, pues algunas de las razones que motivan las renuncias son los salarios (76%9,), proyectos personales (38%), planes de carrera (37%), falta de flexibilidad (31%) y liderazgo (24%).
Otro factor de relevancia es la posibilidad de jornadas laborales más cortas, pues 65% de los encuestados en el estudio expresó que una jornada laboral de menos días beneficiaría su salud mental.
Además, 75% de los profesionales sería más productivo en un esquema laboral de cuatro días, pues el impacto positivo sería la reducción del estrés.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano