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Sucede cuando el empleado sufre acoso en el trabajo, pero no es capaz de dejarlo y suele defender la actitud de sus superiores
Aunque el síndrome de Estocolmo laboral todavía no es reconocido como una entidad clínica por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, las oficinas de recursos humanos están poniendo mayor atención a este tema.
Según un estudio del centro especializado Ivane Salud de Valencia, España, este síndrome se genera cuando un trabajador sufre diferentes tipos de maltratos dentro de su puesto, pero él nunca se opone, incluso justifica dichas acciones abusivas e intenta ponerse en el lugar de la persona que lo agrede.
El informe señala que esto ocurre en los empleados que a pesar de las malas condiciones en las que está, se identifica con la empresa, al igual que con sus compañeros.
Agrega que con este padecimiento, se suele ignorar todo lo negativo de la compañía, o utiliza excusas para cubrirlo. El estudio de Ivane Salud también dice que este padecimiento puede pasarle a cualquiera, es decir, no importa la edad, el sexo, género o la etnia ni cualquier otra variable similar.
Además, la persona afectada no quiere dejar la empresa sin importar la carga de actividades que le asignen, el bajo salario o las faltas de respeto que pueda recibir de sus jefes, pues en este último caso siempre buscará la forma de empatizar con sus superiores.
Su aparición se ve facilitada por determinadas condiciones organizacionales, como empresas en las que el empleado es solo un medio para alcanzar un fin.
También se presenta en aquellos ámbitos con demasiados jerárquicos y verticalistas, de estilos gerenciales autoritarios u hostiles.
La cultura organizacional también es una variable que puede influir. Hay sitios en los que se niegan a incorporar las recomendaciones sobre la salud laboral o la psicología del trabajo. Por lo que las acciones abusivas de determinados líderes ni siquiera se consideran como tales.
En cargos ejecutivos, la brecha salarial es de 17%; en gerencias senior de 7%; y en posiciones profesionales la diferencia llega a 20%
La integridad laboral se ha convertido en un desafío estructural tanto para el mercado laboral colombiano como latinoamericano