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El primer trabajo de la mayoría fue de vendedor
Aunque salieron a la palestra cuando sus carreras ya estaban prácticamente consolidadas y sus cuentas corrientes llenas a rebosar, la mayoría de los hombres y mujeres más ricos del mundo, como el resto de mortales, partieron de cero a la hora de labrarse su futuro profesional.
Según un estudio llevado a cabo por la firma británica de Recursos Humanos Aaron Wallis, 53 de los primeros 100 millonarios de la lista Forbes iniciaron su andadura trabajando por cuenta ajena frente a los 30 que 'ficharon' o tomaron la batuta de una compañía que pertenecía a su familia y a los 17 que optaron por la senda del emprendimiento y montaron su propio negocio.
Entre los que se pusieron a las órdenes de otros, Aaron Wallis destaca que el primer trabajo de la mayoría (un total de 10 de esos 53) fue el de vendedor. Es el caso, por ejemplo, del fundador de Inditex, el español Amancio Ortega, que se ganó su primer sueldo detrás del mostrador de una tienda de camisas. También el legendario inversor George Soros añadió como primera experiencia profesional de su currículum la de vendedor ambulante de un mayorista de juguetes. Por su parte, Michael Dell, fundador de a homónima tecnológica Dell, tuvo su primer contacto con el mundo laboral intentando sumar suscriptores a un periódico a golpe de llamadas telefónicas.
La segunda profesión que más se repite en el listado es la de corredor de Bolsa, que compartieron, entre otros, Warren Buffett, Carlos Slim o Michael Bloomberg. Tampoco faltaron los desarrolladores de software (como el fundador de Amazon, Jeff Bezos, o el de Oracle, Larry Ellison), ingenieros, analistas, contables, asistentes legales o los que se decantaron por el marketing.
Como curiosidad, en esta lista paralela también hay millonarios que primero fueron militares (como Wang Jianlin, presidente del grupo Wanda), mecánicos (como el magnate del petróleo Harold Hamm) o traductores (como Jack Ma, CEO de Alibaba).
Estudiar o no estudiar, esa es la cuestión
Eso sí, la otra gran baza de cualquier currículum que se precie, además de la experiencia, es la formación. En este caso, 75 de las mayores fortunas del mundo sí que cuentan con un título de estudios superiores en su haber.
La carrera que más se repite en a lo largo del ránking es la de Ingeniería (en sus diferentes ramas) ya que un total de veintidós multimillonarios optaron por ella, entre ellos muchos que luego dedicaron su vida a la tecnología, entre ellos el ya mencionado Bezos o Larry Page, cofundador de Google. Asimismo, muchos eligieron cursar Derecho o estudios enfocados al mundo de los negocios como Economía o Administración y Dirección de Empresas.
Entre las minorías esta vez figuran un físico (el visionario Elon Musk, fundador de Tesla y creador de Hyperloop), un médico (Henry Sy, el hombre más rico de Filipinas), una antropóloga (Jacqueline Mars, que posee un tercio del gigante del sector de la alimentación que lleva su nombre) y dos matemáticos (Steve Balmer, ex director ejecutivo de Microsoft, y el polifacético inversor Jim Simons).
No cuentan con esa formación superior, entre otros, Amancio Ortega, Wang Jianlin, el magnate de los casinos Sheldon Adelson o Wang Wei, el hombre que más vio aumentar su fortuna el año pasado .
Capítulo aparte merecen los que dejaron a medias sus estudios y años después decidieron retomarlos y graduarse. Es el caso del fundador y CEO de Facebook , Mark Zuckerberg, que lo hizo 12 años después abandonar la Universidad de Harvard, o de Bill Gates, que tardó la friolera de 32 en volver para obtener su título.