Hiperconectados ¿su empresa está preparada?

Junto con el dato de los dispositivos móviles, muchas personas siguen utilizando computadores de escritorio, computadores portátiles, televisores y más. Aunque esto es más verídico en nuevas generaciones, es común encontrar personas que para trabajar, estudiar o incluso descansar, tienen en un momento dado dos o más pantallas encendidas. Además lo normal es que todas o una alta porción de estas pantallas estén de una u otra forma conectadas a internet. A este fenómeno se la ha denominado “usuario hiperconectado” o “usuario multipantalla”, en el cual “consume” de forma simultánea contenido de varias fuentes y pantallas.

Hace unas décadas, las empresas más grandes que hacían amplios gastos publicitarios en televisión, sabían que era una buena inversión, pues el usuario en ese entonces tenía una sola pantalla. El riesgo en ese entonces, era que el usuario cambiara de canal, pero se llagaba a la conclusión de que en general, era dinero bien invertido. Hoy la realidad es muy diferente, e invertir cientos de millones de pesos en una campaña nacional, en horario prime, no asegura los mismos resultados que antes.

Las empresas que quieren captar la atención del usuario, deben entender que este ha cambiado y que sus patrones de consumo son diferentes. Volviendo al ejemplo de invertir en publicidad de televisión, esto puede seguir siendo válido, pero es necesario buscar una estrategia omnicanal que tome en cuenta múltiples medios. Específicamente, esta empresa debería analizar la posibilidad de respaldar su inversión en televisión, con medios de internet, incluyendo publicidad en redes sociales, motores de búsqueda y otros medios de comunicación basados en internet. Además debe ser una estrategia enfocada tanto a dispositivos de escritorio (computadores y portátiles), así como una estrategia pensada para móviles.

El tema publicitario es importante, pero lograr responder a las exigencias del usuario hiperconectado (e hiperinformado) va mucho más allá. Por ejemplo, es un usuario que si sabe de nuestra empresa, tarde o temprano va a querer consultar información en internet de nosotros. Una página web solía servir muy bien para este propósito, pero hoy en día debemos ir más allá. Esa página web, de entrada, debe estar diseñada para recibir tanto a dispositivos de escritorio, como móviles. La experiencia en ambos casos debe ser excelente y optimizada para cada medio. 

Como segundo elemento, es importante identificar las redes sociales que aportan valor a la estrategia de internet de la organización. En estos medios, debemos promover la comunicación, crear comunidades, atender las necesidades de los clientes y con menor frecuencia es válido promover productos de la empresa. Crear redes sociales es fácil e incluso gratis, pero frente a las exigencias del mercado y los usuarios, debemos contar con una estrategia sólida, respaldada por políticas y tácticas adecuadas.

Para algunas organizaciones será lógico tener “apps”, sin embargo esto no es para todo el mundo. Es un tema complejo que en un próximo artículo abordaré. Por el momento mi advertencia es que las “apps” en cierto mercado son lógicas y necesarias, pero en otros (la mayoría de mercados), será una pérdida de dinero.

Como última recomendación, recuerde que ese usuario hiperconectado muta constantemente y que lo que hoy es cierto, mañana puede que no lo sea. La misión de su empresa, es siempre intentar estar un paso delante del usuario, innovando, cambiando, probando y claro, equivocándose de vez en cuando. Solo una estrategia dinámica a largo plazo asegura responder las necesidades del usuario y llevar a su organización por un camino, que aunque no es totalmente certero, es uno bueno y con una muy alta probabilidad de ser exitoso.