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Desde enero del año pasado se han inscrito ante la Superindustria 170 patentes universitarias
Colombia es un país que está buscando aumentar su desarrollo en ciencia: recientemente oficializó la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, además, este año llegó al país un nuevo Centro para la Cuarta Revolución Industrial, y desde el Gobierno se tiene la meta de incrementar de 0,5% a 1,5% del PIB la inversión en el sector. Dentro de este panorama, la creación de conocimiento patentado juega un rol fundamental, y las universidades se destacan como generadoras, pues según la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), desde enero de 2018 a la fecha estas instituciones han registrado 170 patentes locales.
La Universidad Nacional lidera como la institución de educación superior con más registros de este tipo, con 22 inscritas, lo que equivale a 12,9% del total de las patentes que la SIC concedió en este periodo a universidades. Le sigue la U. Eafit, que logró la concesión de 12 patentes, y tras esta se ubican la Universidad del Valle y la Universidad de Medellín, cada una con 10 patentes registradas en este periodo.
Después de estas universidades figuran con siete registros de este tipo la Universidad de Antioquia y la de los Andes, mientras que para la Icesi, la de San Buenaventura y la Universidad Industrial de Santander (UIS) el reporte de patentes concedidas por la SIC asciende a seis en cada una desde enero del año pasado.
Gustavo Buitrago, director nacional de Extensión, Innovación y Propiedad Intelectual de la U. Nacional, destacó que la cantidad de patentes que genera la institución se relaciona con el carácter misional investigativo de La Nacional, pero aseguró que “no es suficiente con generar nuevo conocimiento, también es fundamental movilizarlo, eso significa generar mecanismos y medios que permitan llevar ese conocimiento a la sociedad, y entre esos mecanismos están las patentes”. Buitrago señaló también que para la universidad es muy importante movilizar conocimiento para el sector industrial, y en esta tarea, las patentes son uno de los mecanismos.
Pero, ¿cuál es la importancia de estos registros? Una patente funciona como un privilegio que recibe un inventor de parte del Estado, como un reconocimiento a sus inversiones y esfuerzos en el desarrollo de una solución técnica que le aporte beneficios a la humanidad, y este privilegio le permite a quien posee una patente explotar por un tiempo, que según la SIC es de 20 años y hacerlo de forma exclusiva.
El beneficio económico es para el inventor o el titular de la patente, pues el propietario puede comercializar el producto patentado de forma directa y exclusiva, otorgar licencias para que sea comercializado por un tercero, o incluso transferir los derechos obtenidos mediante su venta para que la invención sea explotada por un tercero.
De acuerdo con María José Lamus, directora de Nuevas Creaciones de la SIC, la importancia de los sistemas de patentes no solo está en que fomentan la innovación y el desarrollo económico de los países, sino también en que la documentación de patentes “constituye una fuente de información para la investigación y desarrollo de futuros productos”.
La funcionaria señaló que, para sus titulares, las patentes son importantes porque a través de ellas que se otorga un derecho de exclusividad. “El titular puede decidir quién puede y quién no puede utilizar la invención patentada durante un periodo de protección, ofrece un reconocimiento a su creatividad, y además, constituye una fuente de ingresos mediante la figura de licenciamiento”, explicó Lamus.
De acuerdo con información del Registro de la Propiedad Industrial de la SIC, 6,5% de las concesiones de patentes son para instituciones universitarias, y del total de las 170 patentes registradas por las universidades, 63 de ellas se relacionan con al área de mecánica, lo que equivale a 37% del total. El sector de electricidad, electrónica y telecomunicaciones se lleva 28% de las patentes universitarias, con 47 concesiones por parte de la SIC, seguida por procesos químicos, con 36 patentes; productos biológicos con 12; productos químicos con siete y ciencias médicas y farmacéuticas, con cinco patentes.
En cuanto a las regiones, la capital del país es la que lidera en materia de concesión de patentes universitarias, pues de las 170, 49 fueron asignadas en Bogotá. Antioquia le sigue en el listado, con 39 registros de este tipo, mientras que en el Valle del Cauca las universidades lograron patentar 21 nuevos registros desde que arrancó 2018. Así mismo, en Cundinamarca se patentaron 11 nuevas invenciones, en el Atlántico nueve, en Santander ocho y en Risaralda siete.