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Estos logran altas calificaciones en las pruebas Saber
La necesidad de incluir en la educación escolar temáticas relacionadas con la gestión empresarial y de hacer un énfasis gerencial llevó a que en las últimas décadas los gobiernos y sus ministerios implementaran diferentes estrategias para modificar los planes de aula de los colegios del país.
Aunque estos existen y son varios los esfuerzos, expertos consultados señalan que la aplicación no ha sido muy efectiva, mientras algunos establecimientos han optado de forma independiente por este énfasis, de la misma manera que otros eligen el técnico, educativo, científico, etc.
LR hizo un paneo de la oferta de colegios con énfasis empresarial o gerencial en el país, revisando su propuesta y su clasificación en el examen Saber 2017, antes conocido como Icfes.
Entre la oferta de colegios encontrados llama la atención que la calidad de estos parece estar asegurada al permanecer al menos entre los primeros 4.000 puestos de cerca de 12.000 colegios clasificados en el examen. En este sentido el Colegio Bilingüe Lerner & Klein, ubicado en Tejo, Cundinamarca, es el mejor clasificado entre los consultados con el puesto número 160 entre los 12.000, seguido del Colegio Empresarial De Los Andes sede Neiva en la casilla 577 y el Colegio Empresarial Los Andes de Facatativá en el 849.
Entre las propuestas destaca la del Colegio Bilingüe Lerner & Klein llama la atención, pues cuenta con un programa en Emprendimiento y Administración Empresarial diseñado por la Universidad del Sudeste de Luisiana y es llevado a cabo, según la institución, por un equipo de expertos educadores en administración, pedagogía, coaching, mercadotecnia y educación virtual.
Fernando Macías, director del Grupo Educativo Oro y Bronce y rector de Formarte a nivel nacional, señala que “el énfasis empresarial en sí ya forma parte del pénsum de los colegios, aunque hay algunos con el énfasis específico” y agrega que “todos los colegios tienen que abordar este aspecto a través de la guía 39 del Ministerio de Educación, que da los lineamientos para llevarlo a cabo y está activa desde hace casi una década”.
En el mismo sentido, Francisco Cajiao, creador de Código de Acceso y rector de la Fundación Universitaria Cafam, comenta que “desde el Gobierno nacional se han implementado muchas cartillas en las que se impulsa el trabajo en los colegios en cuanto a emprendimiento y temas gerenciales”. Sin embargo, el experto señala que “el éxito de estos depende de la forma cómo se aplique en la institución y la variedad de otros aprendizajes que dicte”, pues “no todos los alumnos se van a poder interesar por una misma temática, por lo que ofrecer este tipo de educación, junto con otras especializaciones que el alumno pueda escoger, sería lo ideal”.
Macías resalta que la aplicación de las cartillas que ambos expertos señalan “realmente ha sido lenta, pues ha faltado un poco más de control y seguimiento de las entidades gubernamentales, pero también voluntad de las instituciones para hacerlo”.
El directivo de Oro y Bronce señala que “si aplicáramos todos correctamente la guía que el Ministerio ha propuesto a las instituciones seguramente tendría un buen efecto. Generalmente, este tipo de guías de la entidad son voluntarias para los colegios y tal vez lo mismo permite que haya falta de voluntad de implementarlas. Nuestros estudiantes serían emprendedores muy jóvenes”.
Sobre el buen puntaje que obtienen este tipo de colegios en las pruebas estatales, Macías comenta que hay otra forma de medir la calidad de estas instituciones diseñada por el Ministerio de Educación. Se trata del Índice Sintético de la Calidad de la Educación (Isce), instrumento que permite determinar el avance de los colegios en sus competencias. Este califica tres competencias: primero los resultados de las Pruebas Saber de los niños de grado tercero, quinto, noveno y once; segundo, el grado de deserción que ha tenido la institución; y por último, mide el clima convivencial.
Cajiao menciona que estas iniciativas del Gobierno por impulsar el emprendimiento “deben ser entendidas desde múltiples visiones y no solo desde la creación de negocio, sino además, mide la capacidad de crear ideas y liderar procesos”.
“Con estos aprendizajes los jóvenes surgen no solo siendo capaces de montar una empresa, también lideran diferentes iniciativas”.
“La aplicación de este tema ha sido lenta, ha faltado un poco más de control y seguimiento de las entidades gubernamentales”.
Desde Formarte se impulsa un proyecto de emprendimiento en el que los estudiantes deben proyectar la creación de una empresa. “Este proyecto les permite subsidiar notas en las materias que les vaya mal, así que un muchacho que, por ejemplo, tenga malas notas en filosofía, pero tenga muy bien estructurado su proyecto puede hacerlo valer por su nota, apoyamos las diferentes habilidades”, explica Macías, quien además agrega que falta disposición de los colegios para integrar estas propuestas.
Por su parte, Cajiao menciona que desde la institución que dirige se llevan a cabo proyectos de impulso a la productividad y el emprendimiento de la mano de la Central Hidroeléctrica de Caldas. “Hay una seria de cartillas que también elaboramos en la Fundación Universitaria Cafam con apoyo del Gobierno y empresas públicas”.
