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El porcentaje de participación de los hombres sobre el total de matriculados, durante 2021, fue de 58,8%: más de la mitad. Para las mujeres, fue de 41%.
Las brechas de género siguen siendo una realidad plegada en casi que todos los sectores de la sociedad. El acceso de las mujeres a la Educación Superior es una realidad que, en este momento, se podría decir que es un logro. El incremento en las matrículas, a lo largo de los últimos años, permite afirmar que la brecha se está cerrando al punto de la desaparición.
Sin embargo, el acceso a los estudios de posgrado se sesga un poco en cuanto a mujeres y hombres. En el segmento de doctorado, el porcentaje de participación de los hombres sobre el total de matriculados, durante 2021, fue de 58,8%: más de la mitad. Para las mujeres, fue de 41%.
Gloria Bernal, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, explica este rezago a través de dos limitaciones: los estereotipos de género y el trabajo del cuidado asociado a la mujer.
"Los estereotipos limitan las expectativas que tienen las mujeres acerca de sus eventuales logros tanto laborales como académicos en sus vidas. Eso es un factor interno que esta inmerso en la cultura, y que hace que las mujeres tomen decisiones diferentes sobre su potencial. Por ejemplo, una mujer puede que tome una decisión de no tomar un doctorado teniendo todo el potencial para hacerlo, y además los estereotipos de la sociedad las marcan a que tienen que llevar otro tipo de vida", dice Bernal.
Y, sobre la segunda limitación, agrega que las mujeres tienen asociados trabajos del cuidado con mucha más frecuencia que los hombres. Es decir, las mujeres están con mayor frecuencia a cargo del cuidado de los hijos, ancianos, además de sus otras labores bien sea en el trabajo o estudio, y eso hace que se limite su elección por doctorados, en donde la exigencia en tiempo es muy alta, y esto riñe con las actividades de cuidado que ellas llevan a cabo.
"Es necesario promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y tener diversidad en género, pues esto enriquece la construcción de conocimiento desde otros puntos de vista, y esto se ve reflejado en mejor avances para la sociedad", concluye la experta.
En Colombia se pasó de registrar 863.092 matrículas en 2010 a 1,30 millones en 2021.
Las instituciones de Educación Superior reportaron al Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), que la matrícula en este nivel de formación ha aumentado sostenidamente durante los últimos años. En 2010, el país contaba con 1,67 millones de estudiantes y para 2021 el número de matriculados se calculaba en 2,44 millones de estudiantes.
El porcentaje de participación en el total de la matrícula de las mujeres pasó de 51% en 2010 a 53% en 2021. En dicho periodo, en ningún año, el número de hombres matriculados superó el de las mujeres.
En ese mismo orden, la tasa de cobertura en educación superior también muestra una tendencia favorable para las mujeres. Según los datos del Ministerio de Educación con respecto a la distribución de la matrícula en educación superior desagregada por sexo y nivel de formación, para el año 2021 se observó que el nivel universitario es el que registra un mayor número de estudiantes mujeres dentro del total, con una participación de 54,8%.
En cuanto a la formación técnica profesional y tecnológica, la participación de las mujeres es de 50% y 49% respectivamente. Para el nivel de posgrado, que incluye los niveles de especialización, maestría y doctorado, solo en los niveles de especialización universitaria y maestría, las mujeres tienen una participación mayor que los hombres.
En 2020, la tasa de deserción anual para las mujeres en el nivel universitario se ubicó en 7,3% y para los hombres fue de 8,9%. En el periodo 2010-2020, este indicador ha presentado una reducción sostenida tanto para las mujeres como para los hombres, siendo las primeras las menos afectadas por esta problemática.