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El home office y el teletrabajo pueden funcionar como prueba de manejo para quienes están pensando en una próxima jubilación
Las cuarentenas nos ha impuesto unos experimentos de ciencias sociales sin precedentes. Nadie se inscribió y muchos de estos cambios han sido difíciles, pero sería una pena no utilizar la situación para aprender más sobre nuestras preferencias financieras y estilo de vida. Aquí hay tres experimentos que podrían proporcionar información sobre cómo aumentar la felicidad y seguridad financiera.
¿Cómo se sentirá la jubilación?
Los economistas del comportamiento siempre han recomendado que las personas realicen una prueba de manejo para la jubilación. Se recomienda porque una de cada cuatro personas subestima cuánto extrañan las interacciones sociales y el sentido de propósito del trabajo.
La investigación de Martin Weber de la Universidad de Mannheim muestra que muchas personas con altos niveles de prejuicio actual, lo que significa que tienden a preferir excesivamente recompensas inmediatas, y que dejan la fuerza laboral temprano, tienden a lamentar la decisión en pocos años. Y en condiciones normales, es muy difícil hacer una prueba de manejo, pero la pandemia puede servir como ese test de lo que se siente dejar de trabajar.
Si está luchando con el aislamiento social o extraña la oficina, es posible que desee reconsiderar su pensión. Así que puede reconsiderarlo, además, retirarse más tarde mejora su seguridad financiera. Generalmente, por cada año adicional de trabajo, sus ingresos de pensión suben entre 5% y 10%.
¿Puedo gastar menos?
La caída del gasto en la pandemia ofrece una oportunidad para obtener información sobre gasto y bienestar.
Acá, pese a que los investigadores están de acuerdo en que la pobreza ejerce una fuerte carga emocional, aún hay un debate sobre si el dinero compra felicidad. Un estudio de los Nobel Daniel Kahneman y Angus Deaton sugiere que los beneficios emocionales del dinero comienzan a bajar una vez los ingresos son más de US$75.000 al año. Estudios más recientes sugieren que el límite es US$105.000. Y una de las razones por las que los estudios proporcionan resultados contradictorios es que el dinero afecta a las personas de forma diferente y la pandemia le ayudaría a saber cómo le afecta.
Averigüe cuánto ha bajado el gasto, compare sus gastos con los de 2019 y luego, piense cómo esa caída ha afectado su felicidad. Si el impacto es severo, siga monitoreando sus sentimientos mientras la vida regresa a la normalidad y va gastando un poco más. Pero, si se está satisfecho, podría estar ahorrando mucho más y puede destinar esa caída de 15%, 20% o 40% a ahorros.
¿Estoy gastando en las cosas correctas?
Muchos científicos del comportamiento creen que las personas no gastan el dinero de manera muy eficaz. Thomas Gilovich, profesor de Cornell, argumenta que la gente invierte demasiado en cosas a expensas de experiencias . El problema con las cosas, como un suéter nuevo, es que nos habituamos rápidamente a los objetos y dejan de darnos placer. Las experiencias, en cambio, tienden a generar una agradable anticipación y nostalgia. Y estas experiencias no tienen por qué ser lujosas. La pandemia da una oportunidad para descubrir qué categorías de gastos nos hacen más felices.
En un entorno organizacional, hay momentos clave en los que un trabajador estrella debe salir del equipo, como el caso de Checho Pérez