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Este tipo de líder es aquel que ejerce su cargo a partir de la premisa de “yo soy el único que piensa o decido" en la empresa
Cuando una organización tiene un proceso ralentizado en productividad y eficiencia, no muchas veces es por la falta de talento o insumos; generalmente, la imagen y reputación de una organización, así como su desarrollo y dinámica de crecimiento, pende sobre la dirección del líder.
Una organización, al ser una red compleja y dinámica, debe poder sostener las premisas de sus objetivos sobre un buen líder y una buena dinámica operativa organizacional. El líder influye en el comportamiento de los empleados y con esto, en las rutas para la consecución de los objetivos de la empresa.
Siendo el principal estimulante de la productividad y las buenas prácticas de operación.
Dentro de las organizaciones de Recursos Humanos, hay un término que relaciona a la tipificación de jefes con prácticas que reversan el crecimiento de las posibles grandes compañías en potencia; los ‘dinojefes’.
El ‘dino jefe’ es aquel que ejerce su cargo a partir de la premisa de “yo soy el único que piensa o decido y digo qué hay que hacer”, anidando una actitud de mínima interacción con los empleados, enfocando su atención en él y limitándose únicamente a dar órdenes e instrucciones.
Adriana Garcés, directora de Right Management de ManpowerGroup, advierte que los ‘dino jefes’ son los típicos que se encargan únicamente de dar instrucciones de una manera muy poco acertada, generando desinterés en los principales grupos de interés, los empleados.
“El dino jefe es aquel que limita el crecimiento de la organización porque se considera indispensable. A diferencia de ese líder 4.0, ese liderazgo que hoy nosotros fomentamos y que cada vez más trabajamos en las organizaciones. Este liderazgo que acompaña al ser humano a desarrollar al máximo sus capacidades, que se enfoca en generar confianza, sinergia y conexión y donde tiene un interés genuino en la persona” aseguró la directora.
El líder 4.0 que se promueve en función de la optimización de procesos de bienestar en las organizaciones, es el que genera, a través del desarrollo de cada uno de los talentos, agilidad e innovación.
“Es quien libera el potencial de las personas y el talento de la organización para su crecimiento”, afirmó Garcés.
Una de las principales características que identifican a estos ‘dino jefes’ están relacionadas con su interacción con los empleados, la manera de implementar instrucción en la operación, la limitación en las ideas compartidas, y la ausencia de un ‘feedback’ de desempeño.
Estas características limitan la innovación y restan competitividad en el mercado.
Siendo así, la necesidad de transformación de los ‘dino jefes’ apunta a un panorama más competitivo entre las organizaciones; el talento de la gente es quien construye las capacidades y ventajas competitivas de las mismas.
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