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Las ventajas de estas son mejoras en los indicadores, mayores competencias de los trabajadores y disminución de costos, entre otras
Las capacitaciones empresariales se pueden convertir en una grata experiencia tan fácilmente como en una muy negativa y es que hacer una presentación en la que se logren los objetivos propuestos requiere también de algunos puntos básicos.
Al respecto, la experta Claudia Milena Manjarréz Alzate, directora ejecutiva de la Corporación Cicce y Magíster en Gestión de las organizaciones explica algunos tips para que estas sean muy efectivas.
Uno de los primeros puntos que resalta Manjarréz es que se deben conocer las necesidades de formación que hay en las empresas y priorizar aquellas en las que haya mayores oportunidades de mejora o intereses de la compañía.
Con base en ello se planea la capacitación que se va a brindar. Adicionalmente, se deben establecer los objetivos que se buscan. Con estos ítems se define un plan de capacitación institucional, que deberá tener el cuenta las necesidades del mercado laboral para saber si las competencias que se están desarrollando están en línea con las tendencias actuales.
El paso a seguir es definir grupos de acuerdo a las áreas de la empresa, horarios y logística que permitan realizar las actividades.
“Estas capacitaciones son un trabajo en equipo que al tener un entrenamiento común, comparten conocimientos, espacios y experiencias de manera coordinada y coherente; también logra afianzar los vínculos personales entre los mismos, fundamentales para llevar
a cabo tareas compartidas “hablando en un mismo idioma” en un entorno laboral cálido, amigable que con toda seguridad fortalecerá inherentemente competencias de trabajo”, asevera la experta.
Y no solo el impacto es interno. Este tipo de actividades genera lazos con otras empresas que podría desencadenar en futuras sinergias.
Estas capacitaciones, en la medida en que estén bien diseñadas, generan impactos positivos, esto significa que es fundamental incluirlas en los presupuestos de las compañías.
