MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Existen 623.367 matriculados.
Aunque la ministra de Educación, María Victoria Ángulo, ha dicho que se buscará un aumento de $4 billones, para el sector de educación dentro del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el próximo año, con lo que se pasaría a cerca de $41 billones, rectores y representantes estudiantiles mantienen la protesta, pues las necesidades son mayores y se vienen acumulando desde 1992.
De acuerdo con la queja que han expresado los participantes de la protesta de hoy, con la Ley 30 de 1992 se fijó un incremento mínimo del IPC en los recursos que van a las universidades públicas. Esto quiere decir, que en términos reales el presupuesto para la educación se ha mantenido en los últimos 16 años. La consecuencia, como se sabe, es el déficit calculado en $3,2 billones para gastos de funcionamiento y de $15 billones para gastos de inversión.
Una de efectos inmediatos ha sido la inyección de menos recursos por estudiante, por parte del Gobierno Central. De acuerdo con datos suministros por la Universidad Pedagógica, mientras que en 1993 las transferencias por estudiante eran cercanas a los $9,7 millones, actualmente solo se reciben cerca de $5,7 millones, es decir, las universidades dejaron de percibir 70% del presupuesto por cada estudiante.
Este fenómeno se evidencia con el mayor número de estudiantes matriculados en las instituciones estatales. Esto, pues a las universidades se les ha exigido un aumento en el número de cupos, que desde 1992 ha tenido una variación cercana a 284%, con lo los estudiantes actuales de las universidades públicas sumaron 623.367 matriculas en 2017.
En relación con la inconformidad sobre el presupuesto del próximo año, el rector de la Pedagógica, Leonardo Fabio Martínez, consideró que hay preocupación “porque no hemos tenido respuesta concreta del Gobierno frente a las solicitudes que han hecho los representantes de los profesores a los consejos superior, por la problemática de la reforma tributaria, en relación con la financiación”, a lo que se suman las peticiones de los estudiantes y múltiples organizaciones sindicales, que ya aseguraron que participarán en las movilizaciones.
De acuerdo con la propuesta actual del PGN, para el próximo año las universidades publicas tendrán $3,6 billones del total del presupuesto de educación. Sin embargo, con el anuncio hecho por Angulo, podría crecer la cifra hasta los $4 billones, si se hace el ajuste planteado por la funcionaria.
Hay que tener en cuenta que para este año, todas las universidades publicas aculan un déficit cercano a $420.000 millones. Solo la Universidad Nacional tiene déficit aproximado de $60.000 millones, pues ya consumió sus recursos disponibles para el año. En el caso de la Universidad Pedagógica, se requieren $3.900 millones para lograr un cierre financiero exitoso este año.
Los rectores de las universidades no se han quedado quietos. Dolly Montoya, rectora de la Nacional, presentó una propuesta al Gobierno para asegurar el financiamiento de las universidades públicas a través de una política de Estado que permita el sostenimiento de la educación pública.
La propuesta de esta universidad son tres medidas a corto plazo. La primera es asegurar recursos suficientes en el Plan de Desarrollo para que estas instituciones operen sin problemas. Además, se busca un ajuste a los artículos 86 y 87 de la Ley 30, para lograr que el incremento anual de los recursos para las instituciones sea al menos de cuatro puntos por encima de la inflación.
La otra recomendación de la Nacional es que desde 2019 se haga un ajuste de 10% al aporte que reciben las universidades públicas de parte del Ministerio de Educación.
Hay que decir que la marcha de hoy cuenta con el respaldo de estudiantes de universidades privadas, sindicatos de trabajadores y de educadores y, más recientemente, con el apoyo de la Organización Nacional Indígena (ONI).
En un entorno organizacional, hay momentos clave en los que un trabajador estrella debe salir del equipo, como el caso de Checho Pérez
Aunque no es tan visible, las fiestas de fin de año pueden traer o acentuar enfermedades como la depresión en la ansiedad