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Es la prueba de fuego, el momento decisivo que confirma que profesional y empresa encajan como las dos últimas piezas de un rompecabezas. Si importante es tener un buen historial académico, una trayectoria brillante y una carta de presentación excepcional, el cara a cara es insustituible.
1. Puntualidad
Cíñase a la hora de la cita. Llegar excesivamente pronto no da buena imagen, pero siempre es mejor que llegar tarde. Para evitar que un contratiempo inesperado le juegue una mala pasada, confirme las coordenadas exactas del lugar de la entrevista y el procedimiento para acceder a las instalaciones.
2. Llegada
Aunque no es lo habitual, no descarte que haya sido convocado a la vez que otros candidatos. Coincidirá con ellos en la sala de espera. Evite dar muchas pistas sobre su candidatura, cuándo lo llamaron y en qué fase de la selección se encuentra, pero desde la cordialidad.
3. Saludo
Un apretón de manos es más que suficiente en las presentaciones. Si le sudan las manos no se angustie, le pasa a mucha gente y no se suele tener en cuenta. Al contrario de lo que se piensa. Si en la conversación demuestra seguridad, aplomo y tranquilidad, pronto empatizará con el entrevistador.
4. Saber estar
No deje que los nervios se apoderen de usted. El entrevistador lo conoce más que usted a él. Seguro que usted has buscado referencias de la empresa y de la persona con la que se va a encontrar. Tiene la oportunidad de mostrar que posee don de gentes.
5. Orden y estructura
Si da con un reclutador experto, lo más probable es que opte por llevar cierto orden en las cuestiones. Tampoco está de más que lleve preparadas las respuestas a las preguntas típicas para valorar su experiencia profesional o comprobar que la formación que esgrime en su historial es la correcta. Si presumes de que domina el inglés no descarte que le hagan preguntas.
6. Presente y futuro
El hoy y el futuro debe prevalecer. El pasado no existe más que como referencia. Es probable que le pregunten por su experiencia, pero trate de darle la vuelta, de tomarlo como punto de partida para demostrar que ahora está preparado y ese es el punto de partida para un futuro profesional que acomete con muchas ganas. Siempre esté seguro de su capacidad.
El hoy y el futuro debe prevalecer. El pasado no existe más que como referencia. Es probable que le pregunten por su experiencia, pero trate de darle la vuelta, de tomarlo como punto de partida para demostrar que ahora está preparado y ese es el punto de partida para un futuro profesional que acomete con muchas ganas. Siempre esté seguro de su capacidad.
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