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LABORAL

Siete estrategias para delegar con efectividad

miércoles, 3 de abril de 2019
Foto: 123RF

Los líderes que viven de la microgerencia terminan sobrecargándose de trabajo, centrándose en lo operativo y cansando a sus colaboradores por la falta de confianza en ellos

Melanie Amaya

*CEO de AmayaCO

“Quien mucho abarca poco aprieta”, dice una expresión aplicable al liderazgo. Los líderes que supervisan cada detalle y desean hacerse cargo de todo terminan sobrecargándose, focalizándose en lo operativo, cansando a sus equipos y afectando la relación con sus colaboradores.

Para algunos líderes es difícil delegar. Algunas razones son no confíar en las capacidades de sus colaboradores, creer que la mejor manera de hacer las cosas es la suya o tener miedo de poner en riesgo los resultados. Aunque esto es complejo, la buena noticia es que existen estrategias para delegar con efectividad:

1. Confiar: Las personas que son muy controladoras suelen tener dificultad para confiar. Aprender a soltar el control, reconociendo que los demás también son capaces y que el mundo no se cae si no se interviene, es un primer paso a la hora de delegar. Esto no significa dejar de hacer seguimiento, sino comprender que los demás también pueden hacer las cosas bien.

2. Seleccionar a la persona adecuada: Un buen líder conoce las fortalezas y oportunidades de mejora de cada miembro de su equipo. Dependiendo del tipo de tarea que se va a delegar es importante seleccionar la persona que por sus habilidades, intereses y nivel de responsabilidad, será las más adecuada para ejecutar la tarea. Así mismo, el líder puede iniciar delegando tareas simples y en la medida en que la persona va desempeñándose con éxito, asignarle proyectos complejos.

3. Clarificar expectativas: El líder debe explicarle a su colaborador cuál es la importancia de la tarea, por qué fue elegido/a para ejecutarla y qué se espera de él o ella. Es importante que la persona tenga claro cuál es el resultado específico que debe producir y en qué momento se espera esté listo.

4. Instrucciones claras sin microgerenciar: Lo mejor es dar instrucciones claras en las que se especifica cuál es el resultado que se espera del otro, al mismo tiempo que se le da autonomía para decidir cómo llevar a cabo la tarea. Lo importante es compartir la información esencial sin microgerenciar. Las personas necesitan sentir que tienen autonomía para realizar su trabajo y aportar ideas.

5. Empoderar y entrenar: Con seguridad será más fácil confiar y delegar cuando las personas cuentan con los recursos y la capacitación para producir con éxito el resultado esperado. El rol del líder es ser un coach que facilita el aprendizaje de sus colaboradores, los hace responsables por sus resultados y los ayuda a alcanzar metas. Brindar los recursos, la capacitación y el acompañamiento adecuado es clave para que el colaborador pueda desempeñarse con éxito.

6. Seguimiento y retroalimentación: Una vez delegada la tarea, el líder debe demostrar que confía haciéndose a un lado y dándole espacio a su colaborador para llevarla a cabo. En vez de estar encima del otro como un policía, es mejor establecer desde el inicio espacios en los que se hará seguimiento y se dará retroalimentación. En ese momento el líder podrá escuchar qué desafíos está enfrentando la persona, ayudarla a encontrar soluciones y a tomar consciencia de sus fortalezas y oportunidades de mejora. Si se establece un momento para el seguimiento desde el inicio, el líder no necesitará estar supervisando constantemente.

7. Reconocer y agradecer: Una vez la persona ha llevado a cabo la actividad asignada, el líder debe agradecer el esfuerzo, y reconocer lo que se hizo bien. Esto no solo impacta positivamente la motivación de su colaborador, sino que lo empodera.

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