Solo dos de cada 10 mujeres negocian su oferta laboral y aumenta brecha de género
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Solo dos de cada 10 mujeres negocian su oferta laboral y aumenta brecha de género

viernes, 28 de marzo de 2025

Solo dos de cada 10 mujeres negocian su oferta laboral y aumenta brecha de género

Foto: Gráfico LR
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Solo dos de cada 10 mujeres deciden dar este paso crucial, una cifra que evidencia las barreras que persisten en el acceso equitativo

Negociar una oferta laboral no solo es una oportunidad para mejorar las condiciones salariales, sino también para fortalecer la proyección y el desarrollo profesional.

Sin embargo, en Colombia, solo dos de cada 10 mujeres deciden dar este paso crucial, una cifra que evidencia las barreras que persisten en el acceso equitativo al mundo laboral. Ya sea por temor, falta de información o por la normalización de aceptar las condiciones propuestas sin cuestionarlas, muchas profesionales dejan de lado una herramienta clave para su crecimiento.

De hecho, Gabriela Durán, country manager de Buk, “Según nuestro estudio “Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2025 de Buk, en Colombia las mujeres tienden a negociar menos sus salarios que los hombres. A nivel general, solo 33% de las mujeres encuestadas indicó haber solicitado un aumento salarial en los últimos dos años, y lo mismo sucede en el caso de las madres. En contraste, 35% de los hombres y 43% de los hombres con hijos, respectivamente, sí pidió un aumento en ese mismo periodo”.

Durán dijo que este comportamiento puede estar relacionado con el “Ask Gap”, que refleja la diferencia en la frecuencia y éxito de estas solicitudes entre géneros. Las mujeres, y especialmente las madres, no solo negocian menos, sino que cuando lo hacen, obtienen resultados más desfavorables. Esto puede generar una percepción de que “no vale la pena pedir”.

En segundo lugar, dijo que muchas optan por no negociar por miedo a represalias, por ser percibidas como problemáticas o porque creen que podrían poner en riesgo su estabilidad laboral. Por último, en muchas organizaciones los procesos para solicitar aumentos o ascensos no están formalizados, lo que deja espacio a dinámicas informales donde influyen factores como cercanía con jefaturas, visibilidad o disponibilidad fuera del horario laboral -espacios donde históricamente los hombres han tenido mayor presencia. “En este escenario, la negociación deja de ser una herramienta equitativa y se convierte en una carrera desigual, especialmente para las mujeres”, concluyó.