“Tener vivienda es una decisión de vida y bienestar”, Jonathan Malagón

Se podría pensar que un ministro millennial sería un contrasentido, puesto que los miembros de esta generación se caracterizan por evitar los amarres laborales, familiares, e incluso, escolares. Todas esas reglas las rompe el nuevo ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, quien a sus escasos 33 años ha logrado, no solo ser dirigente de una cartera, sino obtener una maestría, un doctorado, amplia experiencia y hasta se casó.

Esta generación que se nutre de los nacidos entre 1981 y el 2000, está enmarcada por su fuerte conexión a la era digital, pero también por ser desinteresados, y por la inestabilidad laboral. Atributos que Malagón pone en duda en Inside LR, en donde dio cinco consejos para sus contemporáneos y señaló que ellos pueden decidir tener vivienda.

¿Qué consejos tiene para los millennials?
El primer consejo, es que no pierdan su franqueza. Que siempre digan lo que piensan y con lo que no están de acuerdo, sin dejar el respeto a un lado.

Segundo, es importante que escuchen los consejos de las personas que tienen más años de recorrido y que trabajen duro en lo que les gusta.

Tercero. Trabajen y estudien al tiempo, porque uno es mejor trabajador cuando está estudiando, pues tiene conocimientos frescos; asimismo, uno es mejor estudiante cuando está trabajando, porque hace preguntas mucho más relevantes.

Cuarto, deben aprender a balancear la vida laboral con la vida profesional, no todo puede ser trabajo.

Quinto, viajen mucho, así uno llega desprovisto de prejuicios.

¿Cómo maneja un millennial a empleados que son mayores?
Sin ningún tipo de complejo. Nunca he dejado que la edad sea un tema de conversación en los trabajos. La primera vez que tuve gente a cargo fue a los 21 años, trabajaba en Telefónica y era jefe de estudios económicos. Debe haber esfuerzo para ganarse el respeto.

Como profesor, ¿qué necesidades ha identificado y como ministro cómo cree que puede llegar a satisfacerlas?
Como profesor, inculcarles el amor por la economía y como ministro, creo que vamos a vender una ilusión en este gobierno como en ningún otro momento y es la capacidad de que los jóvenes sean propietarios. Esta nueva generación de colombianos tiene, a diferencia de nuestros antecesores, la casi certeza de que podrán, durante los próximos 30 años, ser dueños de una casa. Ese es mi trabajo, que se den cuenta de que la decisión de tener vivienda, es una decisión de vida y de bienestar para la vejez.

¿Cómo alguien tan joven, de la provincia, de una universidad pública, llega a cargos tan importantes?
Para mí ese estigma de la universidad pública es infundado, yo he sido profesor en casi todas las universidades de Bogotá, tanto privadas como públicas, y no he visto ningún tipo de diferencia entre la calidad de sus estudiantes. De su pasión, mística o su preparación, y si llegara a existir, sería a favor de las universidades públicas, pues allí los estudiantes se juegan su cupo como si se jugaran la vida misma.

¿Cómo se ve en 10 años?
Yo no soy un político, soy un técnico y si hablamos de sueños, yo quiero ser rector de una universidad, pública o privada, ojalá de la Universidad Nacional. Me gustaría en algún punto de mi vida volver a Anif o a Fedesarrollo, pero no me veo haciendo política y menos en primera persona saliendo a que me elijan. Me veo sirviéndole fuertemente a mi país desde la academia, recuperando mi columna de opinión, porque me encanta escribir y participando en medios de comunicación en el debate nacional.

Una de las afirmaciones sobre los millennials es que no se comprometen, ¿por qué Jonathan se casó tan joven?
Fue una elección de vida, yo decía que quería casarme a los 45 años y tener hijos a los 50, para poder viajar y trabajar mucho. Pero como siempre el destino nos sorprende, conocí a mi esposa en un avión hacia Perú. Ella iba a un viaje de trabajo y yo iba a dictar una conferencia a Argentina, pero tomé un vuelo con escala. Nos pusimos a hablar, intercambiamos números, seguimos hablando, me enamoré perdidamente y me casé hace a mis 31 años. Todos somos millennials hasta que llega la persona indicada, te enamoras perdidamente, y decides casarte.

¿Cuál fue el último libro que leyó?
El corazón del mundo de Peter Frankopan, muestra cómo la historia se redefine si se mira desde Oriente y define el curso de la historia actual, me lo recomendó Alberto Carrasquilla, nuevo ministro de Hacienda.

¿Qué libros recomienda a los jóvenes economistas?
Un libro de Ben Bernanke, que cuenta su experiencia como gobernador de la Reserva Federal de EE.UU. Allí, este teórico aferrado a los modelos se enfrenta a la mayor crisis económica y se da cuenta de que la realidad es muy distinta a los libros. Otro, es Libertad de elegir de Milton Friedman, hace pensar en lo que significa poner al ciudadano en el centro.

¿Qué gadgets tiene?
En eso soy demasiado millennial. Tengo un computador fijo, un portátil, dos celulares, un iPad y una surface. Me encanta invertir en tecnología, por diversión y productividad.

El perfil

Jonathan Malagón es el designado para ser el nuevo ministro de Vivienda. Es economista de la Universidad Nacional y es administrador de London School of Economics. Tiene una maestría en gerencia de política económica de Columbia University; un master en finanzas corporativas de la Universidad de Barcelona; un master en banca de la Universidad Carlos III de Madrid y es Ph.D en Economía de Tilburg University. Fue director de análisis Económico de Fedesarrollo, gerente general de Compartel, jefe de estudios económicos en Telefónica Colombia, y también trabajó como investigador de Anif y como consultor, y actualmente es vp. de Asobancaria.