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LABORAL

¿Ya tomó la decisión de ser líder?

viernes, 23 de agosto de 2024

No todo directivo es líder; el liderazgo es una decisión. Un líder tiene visión, toma riesgos, inspira confianza y se relaciona con su equipo. El reto de un directivo es convertir a sus empleados en futuros líderes

Rodrigo Zárate

No toda persona que ocupa un cargo directivo es líder. Dentro de toda organización, a menudo, es posible hallar a los siguientes cuatro tipos de personas asociadas al liderazgo: el gerente o persona que ocupa un cargo directivo que es buen gerente, pero no es líder; el gerente que a la vez es líder; el líder que ocupa un cargo directivo, pero no es buen gerente, y por último, aquellas personas que, sin ocupar un cargo directivo ni tener personal a cargo, definitivamente son líderes. ¿Con cuál de ellos se identifica?

El liderazgo es una decisión. Cada persona que ocupa un cargo directivo tiene que tomar la decisión si además de ser directivo va a ser líder o si, por el contrario, va a ser un excelente directivo sin ser líder. Los cargos de dirección no tienen el liderazgo incluido.

Muchos autores han identificado las diferencias que existen entre el liderazgo y la gerencia lo que lleva a reiterar que el liderazgo es definitivamente una decisión. Algunas de las diferencias básicas y de las cuales usted puede empezar a tomar una decisión son:

Tiene visión. Mientras que el o la líder posee y establece una visión para la organización, el o la gerente tiene objetivos. Los líderes son visionarios, piensan y tienen claridad acerca del siguiente nivel de la organización. Ser visionario se puede desarrollar. Autores como Kouzes y Posner mencionan que para desarrollar el ser visionario se debe pensar en el futuro, analizar tendencias, imaginarse el escenario futuro ideal y generar premisas frente al futuro, entre otros aspectos. Lo importante es saber que esta cualidad se puede desarrollar.

Toma riesgos. Mientras que los líderes toman riesgos, los gerentes hacen lo posible por minimizarlos. Los líderes no solamente toman riesgos, sino que además crean un ambiente en el que sus colaboradores también pueden tomar riesgos y no van a ser castigados por intentarlo.

Inspira confianza. Mientras que los líderes inspiran confianza, los gerentes se obsesionan con el control. La confianza se inspira, se gana. Los líderes deben aprender a confiar, pero también a generar confianza. Que los colaboradores puedan actuar de manera libre sabiendo que pueden confiar en toda decisión tomada por el líder tiene una razón lógica y establecida previamente. De esta manera los colaboradores pueden crear, hacer y ayudar a mover la organización hacia el siguiente nivel de crecimiento. El líder se emociona con los logros de sus colaboradores.

Se relaciona. El líder trata a las personas como personas, se relaciona, se compromete, se vincula emocionalmente con su gente, mientras que el gerente no se relaciona, ve a las personas como cargos y como organigramas; no se vincula emocionalmente con las personas porque las ve como objetos que, si no le sirven, puede salir de ellas fácilmente. Los líderes no tienen colaboradores favoritos o preferidos. Tratan a todos por igual.

Una persona en un cargo directivo tiene empleados, no seguidores. Es deber del directivo convertir a sus empleados primero en seguidores y luego en líderes. Esa es la esencia del liderazgo. La buena noticia es que cualquier persona tiene el potencial de convertirse en líder siempre y cuando tome la decisión y esté dispuesta a atravesar el umbral que separa a los líderes de los gerentes.

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