MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Mi colega y gran amigo Andrés Pardo, jefe de Estrategia para Latinoamérica de XP Investments, publicó un agudo comentario sobre el Plan Financiero de 2024 hace unos días, documento que, a propósito, hizo mucho ruido en Wall Street. Entre otras, Andrés comentó lo siguiente: “La principal noticia de la actualización de la semana pasada del plan financiero de 2024 fue la revisión del déficit fiscal esperado para este año, elevándolo de 4,4% a 5,3% del PIB, muy por encima de 4,2% del PIB que se vio en 2023. Atado a este deterioro, se espera que la relación deuda neta/PIB a nivel del gobierno central aumente de 52,8% en 2023 a 57% este año. El anuncio fue claramente negativo y debería afectar a los mercados. Pero no fue una sorpresa para nosotros, ya que habíamos advertido sobre tal resultado en informes anteriores. Estas cifras dejan poco margen de maniobra, ya que el gobierno ha decidido aprovechar todo el espacio disponible que permite la regla fiscal, y consolidan a Colombia como un país sin grado de inversión.”
“Los recientes fallos de la Corte Constitucional contra la reforma tributaria de 2022 derribaron algunas medidas que se esperaba recaudaran $6,5 billones. Sin embargo, se esperaba que el gobierno congelara el gasto en una cantidad similar para compensar este revés, teniendo, por tanto, un efecto neutral...A pesar del mayor déficit estimado, las cifras actualizadas muestran un gasto público menor en comparación con las previsiones anteriores. Me explico: anteriormente se esperaba que el gasto primario, excluidos los pagos al Fepc, aumentara de 17,6% del PIB en 2023 a 19,7% en 2024, una cifra preocupante, ya que estaba justo por debajo de su máximo histórico de 20,3% del PIB en 2020 durante la pandemia. Recordemos que el gasto primario ex-Fepc promedió alrededor de 16% del PIB en los 10 años anteriores a la pandemia y, tras el aumento durante 2020 y 2021, volvió a 15,9% en 2022. Ahora, el plan fiscal actualizado muestra un aumento más moderado del gasto primario ex-FEPC de 17,5% del PIB en 2023 a 18,7% del PIB este año, un punto porcentual menos que las estimaciones anteriores, pero uno que sigue siendo el segundo más alto desde 2020.”
Es claro que el gobierno de Petro no tiene la estabilidad fiscal en el mismo nivel de prioridades comparado con gobiernos anteriores. Solo se necesita presentar como evidencia detrás de ese postulado, la constante insistencia del presidente Petro de modificar la regla fiscal para así poder gastar más. Pero, en mi opinión, el gasto NO es el mayor problema que afecta hoy en día la estabilidad fiscal de Colombia. El mayor problema es que se está perdiendo la capacidad de crecimiento de la economía.
Una de las cosas que más tendían a ponderar los inversionistas foráneos sobre Colombia, antes de que ganara Petro, era la capacidad que tenía el país, a pesar de las inmensas dificultades, para crecer más rápido que la mayoría de los países de Latam. Pero, desafortunadamente, parece que estamos perdiendo hasta eso. Y esa realidad es función inequívoca del gobierno del presidente Petro.
No existe explicación posible alguna, basándose en los postulados de la lógica aristotélica, para defender la idea de prohibir la firma de contratos de nueva exploración petrolera o la idea de limitar la minería legal en el país, si la idea es crecer la economía para poder sacar a la gente de la pobreza.