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En su última reunión, la Reserva Federal de los Estados Unidos subió 75 puntos básicos su tasa de interés de referencia llevándola a 1,75% y dejó abierta la puerta para otro ajuste de 75 puntos adicionales en julio. La creciente inflación se ha vuelto un reto reputacional y de política monetaria para la Fed, que tomó medidas que no se veían hace muchos años. Esto ha sido recibido con mucha incertidumbre por los mercados financieros que ven elevarse las probabilidades de recesión americana futura, con los efectos negativos sobre los precios de las materias primas y la oferta y demanda global.
Muchos analistas empiezan a preguntarse también por los efectos que tendría este escenario sobre las economías emergentes. El consenso ha sido que las economías con mayores necesidades de financiamiento, por elevados déficits externos, serían las que tendrían mayores dificultades.
Por ello, Colombia, que presenta niveles de déficits gemelos (externo y fiscal) elevados, tendrá que hacer un ajuste creíble y ordenado, que reduzca el desahorro público, para evitar pasar sustos y, ante esto, la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp) en días pasados es un buen primer paso.
El Marco Fiscal de Mediano Plazo ha sido una herramienta fundamental para mostrar las principales proyecciones macroeconómicas y, sobretodo fiscales, y la política pública que cada gobierno estima necesaria para cumplir dichas proyecciones en la siguiente década. Este Mfmp, sumado a la regla fiscal, reformada recientemente, y el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, son las principales instituciones fiscales con las que hoy cuenta el país para afrontar los desafíos en este frente.
Ese Mfmp de 2022 enseña que el déficit fiscal pasaría de 7,1% del PIB al cierre de 2021 a una cifra entre 2% y 3% entre 2024 y el fin de la década. Con ello, la deuda pública neta bajaría de los niveles actuales de 61% del PIB hacia 54% en 2033. Esto implica un ajuste importante de las cuentas públicas que, sumado a los mayores precios del petróleo y un mayor nivel de producción, explicarían las mejoras proyectadas por el Gobierno y los analistas tanto en el déficit externo como el fiscal en los próximos años.
No obstante, lograr esto va a requerir un gran compromiso del nuevo gobierno. Aunque el Mfmp 2022 deja “la casa en orden” luego de la Pandemia, gran parte del esfuerzo lo tendrá que hacer el nuevo gobierno. Este deberá ajustar casi 5 puntos de déficit, en parte provenientes de la llamada “modernización” de la Dian, y tomar medidas impopulares como, por ejemplo, elevar los precios de la gasolina hasta igualarlos con el referente internacional.
Y, además, como ya mencionan muchos expertos, si se quieren suplir muchas de las deudas sociales que tiene el país, a lo proyectado habrá que agregarle una buena redefinición de la política de subsidios (que gradúe a los que dejen de necesitarlo), decisiones en materia pensional, y seguramente mayores ingresos tributarios con ajustes que promuevan la formalización y la progresividad.
Pasada la época electoral y elegido un nuevo gobierno, es momento de que los adultos responsables tomen el mando del barco. La situación económica internacional y los retos macroeconómicos y sociales del país hacen necesario tomar medidas prontas y técnicas para avanzar por una senda que eleve el bienestar de los ciudadanos y mantenga la estabilidad económica del país.