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Analistas 13/03/2024

Una buena noticia

Alejandro Vera Sandoval
Vicepresidente técnico de Asobancaria

En medio del bajo crecimiento económico, la incertidumbre y los menores niveles de confianza, la reducción del ritmo de inflación de los últimos meses es una buena noticia para la economía colombiana.

En efecto, según reveló el Dane, la inflación total a febrero de 2024 llegó a 7,74% anual. Este nivel, si bien es levemente superior a lo que esperaba el consenso de analistas (7,6%), es menor que 8,35% de enero y a 13,28% de un año atrás, ratificando una senda descendente que ya completa 11 meses.
La reducción de la inflación puede explicarse por varias razones. Por un lado, el desvanecimiento de las presiones de oferta, ante la reducción en el precio de los fletes internacionales y el menor efecto de los conflictos globales en los precios de los alimentos y fertilizantes, y, por otro lado, la reducción de los excesos de demanda (consumo) ante la restricción de la política monetaria ejecutada por el Banco de la República (BR).

Por grupos de gasto, la inflación del sector educativo, la vivienda y el transporte aportaron 70% del alza de los precios en el último mes. En cambio, hubo un alivio proveniente de la corrección en el ritmo de crecimiento del precio de los alimentos que pasó de niveles superiores a 20% a 1,9% en febrero. Esta es la razón por la cual la inflación de la población de bajos ingresos es menor a la total, pues su canasta de bienes y servicios es más intensiva en alimentos, y muestra porque la inflación básica (sin alimentos) disminuye más lentamente y cerró en 9,2% en febrero de 2024.

Históricamente, los dos primeros meses del año explican 40% de la inflación de todo el año porque absorben las alzas de inicio de enero en los bienes regulados, el incremento del salario mínimo y el inicio de un nuevo año lectivo educativo en el mes de febrero. Por ello, teniendo en cuenta lo ya ocurrido, es muy probable que la inflación cierre en el rango 5%-5,5% anual en diciembre de 2024, aunque el ritmo de reducción que sigue será más lento que en los meses anteriores.

El cumplimiento de esta proyección dependerá de que tanto jueguen las presiones que hay sobre los precios. En el lado alcista tenemos los fenómenos climáticos (niño/niña) que afectarían los ciclos productivos y, por esa vía, el precio de los alimentos. Además, el posible incremento en el precio del diesel jalonaría la inflación del sector transporte y el incremento del salario mínimo de finales del año pasado podría seguir influyendo en los precios de los servicios.

No obstante, en el lado bajista, la apreciación de 18% anual en la tasa de cambio (ahora en niveles de $3.900-$3.950) podría borrar los efectos alcistas antes mencionados, contribuyendo a la senda de reducción ya evidenciada en los últimos meses.

Con esto a mano, y las expectativas de inflación en proceso de anclaje nuevamente, seguramente el BR tendrá espacio para reducir su tasa de interés de referencia entre 50 y 75 puntos básicos en su reunión de finales de marzo, lo que le permitiría cerrar en niveles entre 8% y 8,25% en diciembre de 2024.
Si bien esto será muy importante para estimular la demanda agregada de la economía, la junta del BR y su staff técnico tendrán que calibrar muy bien la velocidad de las reducciones para cumplir al mismo tiempo con otro objetivo, no poner en riesgo la senda de reducción de la inflación que conduzca al rango-meta de largo plazo a mediados de 2025.

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