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Imagina una Colombia en la que: Cada empresa del sector privado estaría conectada con un impacto relevante y duradero, además de generar dinero y desarrollo económico, transformando a Colombia a través de una fuerza conjunta que mejora el bienestar común, generando una fuerza sanadora que devolvería a nuestra tierra la sostenibilidad y la prosperidad colectiva. Este sueño estaba presente de manera inconsciente en mi mente y me preguntaba cómo nos preparábamos los gerentes generales de las organizaciones en Colombia para ser ese vehículo, no solo de crecimiento y desarrollo económico, sino de transformación y sanación. Si empezamos a trabajar desde un rol mucho más activo y nos convertimos en verdaderos agentes de cambio a través de nuestras organizaciones, considero que lograríamos resolver la mayoría de los conflictos desde el sector privado.
Este papel más activo de las organizaciones es la invitación de un movimiento internacional “El capitalismo consciente” cuyo objetivo es la búsqueda de un cambio genuino y ha congregado desde hace varias décadas a miles de organizaciones y está logrando generar un gran legado en la humanidad.
El marco del capitalismo consciente cuenta con cuatro pilares y grandes defensores e impulsores como Raj Sisodia y John Mackey y busca despertar la consciencia de los negocios a través de un propósito vital transformacional y coherente (su primer pilar) que se conecta con un impacto, y resuelve problemas relacionados con la pobreza, el cambio climático, la desigualdad, entre otros, y al solucionar esos dolores se generan rentabilidades que son reinvertidas en la sociedad y en futuras generaciones.
Para que este marco funcione, se requieren líderes conscientes (segundo pilar), conectados con su propósito de vida y orientados hacia una visión de éxito colectiva, cuyos valores están generando cambios transformacionales profundos y grandes resultados. Estos dos primeros pilares permiten el desarrollo de una cultura organizacional más consciente (tercer pilar) donde se promueve un impacto positivo a nivel interno y externo, y se evalúan criterios más profundos como: la inclusión, la equidad, una real garantía de los derechos humanos, el impacto más allá de los clientes, el cuidado de los proveedores, entre otros. Es así como se alcanza el cuarto pilar de esta filosofía que es la orientación integral con todos los grupos de interés a los cuales se les puede impactar positivamente, orientación que se convierte en retos medibles en las organizaciones conscientes.
La historia nos demuestra que el capitalismo tradicional ha sido un motor de crecimiento económico sustentado en la eficiencia y en la rentabilidad. Sin embargo se han abierto puertas a un nuevo capitalismo que se basa en la generación de un valor que va más allá de los accionistas y es un valor colectivo cuyos líderes son agentes de cambio que se conectaron con su propósito de vida y encontraron en sus compañías la forma de impactar positivamente a nivel social y ambiental; incluso, dejando mayores utilidades para las futuras generaciones”.
Estamos siendo partícipes de un gran inicio del Capitalismo Consciente en Colombia, gracias a líderes de compañías de gran trayectoria en nuestro país haciendo este sueño realidad.