ANALISTAS 25/02/2025

Café y P.A.S.

Entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, ante el inusitado crecimiento del precio internacional del café, la alta dirección ejecutiva de la Federación Nacional de Cafeteros, FNC, tomó decisiones de significativa relevancia para garantizar la sostenibilidad del ecosistema solidario de la caficultura colombiana.

La primera de estas decisiones fue cerrar la totalidad de las posiciones en bolsa, tomada en diciembre de 2024. Esta decisión, además de demostrar un profundo conocimiento del contexto del mercado internacional del café, demostró un temple admirable y permite seguir protegiendo la garantía de compra, principal herramienta misional del Fondo Nacional del Café al servicio de 550.000 familias cafeteras.

La segunda decisión, corolario de la anterior, es el lanzamiento del Plan de Acción Solidaria, P.A.S., basado en dos pilares, uno de financiamiento a las cooperativas patrocinadas por la FNC con inyección de recursos económicos y una necesaria propuesta para que el cooperativismo caficultor adopte un proceso continuo de gobierno corporativo que le permita ganar en competitividad económica y social, así como seguir siendo modelo de empresarialidad solidaria.

Las cooperativas cafeteras están llamadas a la reciprocidad con la FNC.

La crisis de las futuras deja saldos pedagógicos para promover cambio de actitudes y hábitos del cotidiano quehacer de la gestión cooperativa.

La autonomía cooperativa pierde sentido si no se ejerce en perspectiva de responsabilidad social; esta premisa se impone, hoy más que nunca, al cooperativismo cafetero colombiano.

La necesaria adopción de políticas de gestión integral de riesgos al interior de las cooperativas del sector es clave, para habilitarse de nuevo en el uso del valioso instrumento de comercialización que es el mercado de futuros.

La reconstrucción de confianza bilateral en toda la cadena de relacionamientos es imprescindible; FNC - cooperativas, comités departamentales - cooperativas y asociados - cooperativas.

La futura gobernanza de las cooperativas, aprovechando que se avecinan asambleas y cambios de consejos de administración y juntas de vigilancia en el mes de marzo, puede avanzar en evitar conflictos de interés, promover rotaciones directivas, animar transiciones generacionales, materializar códigos de buen gobierno y restablecer acuerdos cooperativos con antiguos asociados y nuevos asociados, sean estos personas naturales o personas jurídicas.

El cooperativismo cafetero está llamado a responder de manera creativa a las nuevas circunstancias, rompiendo atavismos, remozando el espíritu empresarial y, sobre todo, garantizando que en el futuro, no se vuelva a repetir la compleja realidad que se vivió con las futuras, desde 2021 hasta finales del año pasado.

La sostenibilidad alimentaria en Colombia necesita empresarialidad solidaria innovadora; ojalá sean las cooperativas caficultoras la que marquen la pauta y lideren los necesarios cambios al marco normativo del cooperativismo para asumir, con espíritu innovador, los retos empresariales asociados al sector y al desarrollo rural.

Bien por la FNC. Ahora, líderes del cooperativismo caficultor, manos a la obra. La solidaridad es un derecho que es menester ejercer de manera responsable y competente.