El plateado y su futuro

Lo ocurrido en El Plateado corregimiento del municipio de Argelia (Cauca), deja en evidencia una situación de la que ningún Gobierno debería sentirse orgulloso, y es que, el país había sido despojado de una porción de su territorio por parte de un grupo criminal.

Por eso las fuerzas militares desarrollaron la “Operación Perseo” para retomar el territorio. Esto desencadenó una visita de “alto nivel” encabezada por funcionarios del gobierno nacional. Después de las fotos con chalecos antibalas, y de “recorrer” el corregimiento, el gobierno concluyó que haría presencia no solo con las fuerzas militares, sino con toda la oferta institucional del Estado para los 8.000 habitantes de la zona.

Pese a ello, muchas personas han abandonado el corregimiento. Vivir entre las balas indiscutiblemente no es vivir con dignidad. Sin embargo, vale la pena preguntarse ¿Qué oferta estatal llevará el Estado para atender a esta población y garantizar su futuro? Llevar desarrollo a las comunidades no es igual a llevar crecimiento económico. Si bien el Cauca, en general, y El Plateado en concreto, necesitan ambas; la estrategia que se establezca será vital para lograr dichos propósitos.

Las políticas públicas que uno esperaría con la finalidad de que haya crecimiento y desarrollo económico deben pensarse en acciones inmediatas, de mediano y largo plazo. Es indispensable, inmediatamente, la presencia continua de la fuerza pública, así como procesos de socialización de esta institución con la comunidad, pues la población estaba acostumbrada a que la única autoridad era los delincuentes.

También debe llegar con oferta de justicia tanto ordinaria como de métodos alternativos para la resolución de conflictos. La presencia de la fuerza pública, así como el acceso a la justicia, serán requisitos sine qua non para la paz en el territorio.

En el mediano plazo, se debe realizar intervención en infraestructura. El mejoramiento de las vías terciarias será clave para mejorar la comunicación de los corregimientos con los centros urbanos, aumentando la productividad y permitiendo la circulación eficiente de los productos e insumos agropecuarios.

Garantizar el servicio de salud será fundamental para el desarrollo de las comunidades, así como la prestación eficiente de servicios públicos. Es necesario establecer un plan que reactive el sector privado, incluyendo incentivos tributarios que promuevan tanto el ahorro como la inversión.

A largo plazo, debemos pensar en un sistema educativo adaptado a las necesidades de la zona, fomentando la innovación y el desarrollo, por lo menos en el sector agroindustrial. El internet y los nuevos desarrollos tecnológicos como la inteligencia artificial serán claves en el desarrollo y crecimiento económico de estas poblaciones. No podemos dejar de lado educación financiera que es, indiscutiblemente, una herramienta contra la pobreza.

Si bien debe haber unos auxilios temporales para mitigar la pobreza, estos deben ser transitorios para la mayoría y permanentes solo en ciertos casos excepcionales. Solo con libertad, seguridad, ahorro e inversión, se logrará la acumulación de capital suficiente para que se salga de la pobreza y garantizar el futuro de la población.