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Las inversiones en vehículos eléctricos se han convertido en una tendencia creciente, sin embargo, como en cualquier inversión, existen riesgos asociados. Por eso en este artículo trataré de explicar cuál ha sido la razón de fracaso de algunas empresas e inversiones en este campo, así como destacar los aspectos clave para invertir en esta temática si está interesado.
Lo primero que hay que tener en cuenta, es que inversiones en este campo de movilidad sostenible tienen mucho espacio de crecimiento y apoyo a largo plazo. El cambio climático es una realidad, la conciencia ambiental en las inversiones han tomado relevancia. Los objetivos de cero emisiones en todo el mundo son una de las principales razones por las cuales las inversiones en vehículos eléctricos han crecido. Países como Noruega ya han fijado una fecha para prohibir los coches de gasolina y diésel, y otros países están siguiendo su ejemplo. Ver cuadro.
En cuanto al panorama de movilidad hacia 2035, se espera que los vehículos eléctricos sean una parte importante de la industria automotriz, pero debido a la crisis energética y ajustes fiscales algunos países como China, Alemania, Noruega vienen retirando las ayudas que se tenían para la compra de estos automóviles.
Así mismo el tema de carga rápida sigue siendo un limitante. Por ejemplo, en Colombia, a pesar de que ya venció el plazo de la ley 1964 del 11 de julio 2019 emitida por el Congreso, donde se establecía que para 2022, los municipios de categoría especial deberían garantizar la existencia de 5 estaciones de carga rápida y más de 20 en Bogotá. A la fecha ninguno de los municipios ha cumplido esta ley y por el contrario, se han desmontado más de 70% de la infraestructura instalada por el gobierno de Bogotá y de acceso gratuito que se había creado en el pasado para los taxis y vehículos eléctricos.
En el entorno internacional, también son varios los casos de empresas que han fallado en el intento de producir vehículos a precios y escalas razonables, generando pérdidas a sus inversionistas.
Por ejemplo, Aptera Motors, una empresa estadounidense fundada en 2005 tenía como objetivo producir un vehículo eléctrico ultraligero y aerodinámico. Recibió inversiones significativas, incluyendo una de US$2,25 millones por parte de Google, pero se declaró en bancarrota en 2011 debido a problemas financieros. Se relanzó en 2019 como una empresa que ofrece vehículos eléctricos solares, pero sigue en etapa de desarrollo.
Así mismo, Coda Automotive, que en su momento recaudó bastante dinero de inversionistas, incluido el exsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Paulson. Después de vender menos de 100 de sus sedanes eléctricos, se declaró en bancarrota en 2013.
De la misma manera, Elio Motors y Kenguru, que prometían producir un auto eléctrico de tres ruedas con un precio muy atractivo y un carro accesible para personas con discapacidades físicas nunca lograron producir el vehículo en masa, recibieron grandes cantidades de inversión, pero se declararon en bancarrota en 2020.
Claro está que algunas de estas y muchas otras en bancarrota, todavía tienen sus páginas web disponibles y parece que permiten reservas de sus vehículos con modelos futuristas que parecen traídos de otro planeta.
Si bien el panorama entonces parece desalentador, hay varias empresas que han tenido éxito en el mercado de soluciones de movilidad eléctrica y vienen dando la pelea en el mercado de automóviles, incluso bajando precios para compensar en parte las menores ayudas de los gobiernos a los nuevos usuarios. Las características que han ayudado a estas empresas a tener éxito en el mercado de soluciones de movilidad eléctrica incluyen:
1. Una fuerte capacidad de innovación tecnológica, para adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado y las tendencias de la industria
2. Una capacidad sólida de ejecución y gestión, para garantizar respaldo del auto y suministro de componentes y baterías
3. Gran capacidad de inversión, financiamiento y algunas están localizando fábricas en países como México, Brasil y Colombia, para disminuir costos de transporte y laborales
La mayoría de las empresas e inversiones en este sector requieren un conocimiento detallado de varios aspectos como:
• Tecnología: Esto incluye la calidad vs precio de las baterías y capacidad de producción a gran escala.
• Mercado: Se debe considerar la competencia en el mercado, la regulación y los incentivos gubernamentales, así como las preferencias del consumidor.
• Finanzas: Es importante analizar el valor real de la compañía, la salud financiera de la empresa, su capacidad de financiamiento y generación de ingresos. Esto incluye los ingresos actuales y futuros, el flujo de caja y las ganancias, la deuda y el capital disponible.
• Equipo directivo: Es importante analizar el equipo directivo y su capacidad de liderazgo, experiencia y habilidades en la gestión de la empresa y la industria.
• Investigación y desarrollo: Es esencial evaluar la capacidad de la empresa de innovar y desarrollar nuevas tecnologías y productos para mantenerse a la vanguardia de la industria.
• Alianzas y acuerdos: Capacidad de trabajar en equipo con otros fabricantes de la industria, porque es difícil que se logren tener las soluciones para todo.
En general, hay que tener precaución al considerar inversiones en la industria de la movilidad eléctrica y asegurarse de investigar y comprender completamente la empresa y el producto antes de invertir: esta es una industria con muchos retos a nivel tecnológico y puede ser susceptible a cambios en regulaciones vigentes y suministros. Se recomienda consultar a un asesor financiero o de inversiones calificado antes de tomar cualquier decisión de inversión, pues no vaya y se lleve un corto circuito en sus finanzas.