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El 18 de abril de 2022 se presentó una falla de internet, que llevó a que 26 de los 30 municipios de Chocó estuvieran sin internet por un total de tres días. No es la primera vez que este departamento se queda sin internet ni telefonía móvil, pero si es la más reciente donde se evidencio lo vulnerable que está la región frente a una necesidad básica como lo es el acceso a internet.
Desde el 2011 la ONU ha declarado el internet como derecho humano, ya que en su opinión favorece el crecimiento y el progreso de la sociedad en su conjunto. Pero en Colombia estamos lejos de que sea un derecho al que todos tengan acceso. Según las cifras del Dane, a finales de 2020 la proporción de la población que tenía acceso a internet en zonas rurales era de 23,8%. ¡Es decir, menos de uno en cada cuatro hogares rurales del país!
Pero volviendo al problema de Chocó, esta falla radicó en una disputa que tuvo el ÚNICO proveedor de internet de fibra óptica con un propietario por donde pasa el cable. En otra ocasión, fue un árbol que se cayó sobre el cable, creando fallas en el sistema.
¿Han pensado ustedes que pasa cuando no hay internet?
Pues probablemente para arrancar no puedes leer este artículo si lo estás leyendo en tu celular o tablet. Pero mucho más importante que esto, es la posibilidad de que las clínicas puedan cargar archivos y enviar información de pacientes a otros centros médicos o de investigación. La imposibilidad de poder usar la banca o billeteras móviles como Nequi y Tpaga. O que las mismas universidades, colegios, supermercados y cualquier negocio que requiera de internet para funcionar, esté expuesto a problemas para operar.
Hoy en día la conexión a internet se ha convertido en una de las necesidades primarias en los hogares de las personas, tan importante como luz y agua.
En diciembre de 2021, gran parte de Choco también volvió a quedarse sin internet.
Según reportes, esta fue la 12va vez del año, en donde estuvieron sin servicio por fallas en la misma red por donde viene el internet al Chocó.
Creo que la población y los negocios de este departamento no se merecen estar así de vulnerable frente a esta necesidad básica, y sin tener un plan de contingencia.
¿Pero será que se puede llevar a Choco, y las demás zonas del país donde el acceso a internet es inexistente o inestable, una mejor propuesta de Internet?
Unos emprendedores chocoanos creen que sí, y están llevando una nueva opción de internet al departamento, iniciando con Quibdó.
Su empresa, Naranja Internet, está lanzando un servicio a través de fibra aérea, que no depende del mismo cable de fibra óptica del cual dependen Movistar, Directv y los demás operadores de la región.
Están viendo que la fibra óptica por sí sola no es la solución de última milla para zonas rurales como el chocó.
Ojalá más proyectos como estos puedan no solo ver la luz, sino recibir apoyo del gobierno para que sean replicados en las demás regiones del país, donde esta necesidad es latente. El presidente del país, Gustavo Petro, en el congreso reciente de Andicom dijo que ‘’no hay equidad en el acceso a la conectividad”. Eso es verdad. Las regiones más pobres del país son a la vez las que menos acceso a internet tienen. Esperemos que con iniciativas como Naranja Internet, esto pronto cambie.