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En 1994 la Reserva Federal de Minneápolis, USA, publicó en su propia página web un artículo titulado con la pregunta “¿La banca está muerta?”.
Ese mismo año el empresario/filántropo y fundador de Microsoft, Bill Gates, afirmó algo sobre esa misma línea, de que los bancos ya no eran necesarios para las personas ni empresas.
En los últimos años, muchos otros han apuntado a la banca con esta misma crítica.
Desde revistas conocidas como Forbes, que a finales de 2023 lanzó la pregunta, “será que la banca privada está muerta”, hasta personalidades como Kevin O ‘Leary, inversor y jurado de Shark Tank USA, quien habló de la obsolescencia y predijo la muerte de los bancos regionales.
31 años después de este gran “titular” que dejó Bill Gates y la Fed de Minneapolis, yo me pongo en la osadía de repetirlo para dar mi opinión de este tema.
Arrancó por ahorrarles el suspenso al decirles que yo no creo que la banca esté muerta.
De hecho, nunca ha habido un mejor momento de la banca - a nivel mundial - que ahora.
Para poner esto en cifras, la banca de forma global tiene activos de más de $400 trillones.
Genera más de US$7 trillones al año en ingresos (más que cualquier otra industria) y US$1.1 trillones en ingresos netos.
¡La banca es la industria que más genera utilidad en el mundo!
Para darles una idea de lo histórico que está la banca a nivel de utilidad en este momento, Bbva, quien es una de las bancas más globales y con presencia en Colombia reportó en el 2024 una ganancia superior a US$10 billones.
Nunca antes en su historia había generado más ganancias que en el 2024.
Lo que sí está pasando es que la banca se está teniendo que re inventar, y de una forma impensada frente a hace unos años.
Por ejemplo, el número de oficinas de banca se están cerrando a ritmos acelerados. Para darles una idea, se estima que para el 2030 Estados Unidos tendrá apenas unos 16.000 puntos. Una cifra que no se veía desde 1965, cuando la población era casi la mitad de lo que es hoy.
Hasta se estima que si sigue esta misma tendencia, para 2034 dejarían de existir por completo las oficinas físicas en USA.
El camino de los bancos en pro de reinventarse y seguir siendo competitivos, no es nada fácil.
Muchos de los bancos fueron construidos hace más de 50 años, y fueron diseñados para un mundo análogo (oficinas y procesos físicos).
Por defecto, su infraestructura digital y código es muy muy antiguo. Por ejemplo, 43% de los sistemas bancarios de USA usan un código llamado Cobol, que data de 1970. Muchos corren el riesgo de que sus sistemas sean pronto obsoletos.
Hoy en día, uno de los retos que enfrentan los bancos, es que hasta puede ser más fácil crear un neobanco de ceros, que mantener la tecnológica de un banco incumbente, según el reporte de Mckinsey (Feb 2025).
Hasta en mediciones de rentabilidad puede ser mejor tener un neobanco que un banco tradicional. Se calcula que un neobanco puede operar a la mitad del costo, de operar un banco incumbente.
La forma de competir para la banca se ha volcado 180 grados. Antes el banco con mayor cantidad de sucursales era el más dominante. Hoy ya no se aplica este axioma.
En la actualidad, los bancos no necesitan tener oficinas, como es el caso de Nubank, Ualá y Claro Pay, tres de los neobancos más importantes del momento.
Para no morir, hoy en día los bancos tienen que entender que su mayor ventaja competitiva va a ser su capacidad de crear productos digitales para usuarios y empresas.
La verdad es que la banca está lejos de estar muerta. Pero sí es cierto que la banca que conocían y usaban tus abuelos o incluso tus papás ha dejado de existir.
Ha muerto la banca del ayer, y ha nacido la banca del mañana.